· Dirigentes estatales del PAN, PRI y PRD no se ponen de acuerdo
· Ni unidos podrán ganar a la estructura electoral del gobierno
· Tuxpan es un bastión en la lucha por el poder político
Por Miguel Angel Cristiani Gonzalez
Luego de que este fin de semana, no se pudo acordar la repartición de candidaturas en las elecciones locales de este año, para elegir diputados federales y ayuntamientos en el estado de Veracruz, por parte de los dirigentes partidistas del PRI, PAN y PRD, nuevamente este lunes se volverá a intentar establecer las llamadas “propuestas” para la conformación de la alianza partidista denominada Va por Veracruz.
Solamente Marlon Ramírez Marín, Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI Veracruz y Sergio Cadena presidente del PRD estatal coincidieron en la reunión que sostuvieron con el dirigente del PAN Joaquín Guzmán Avilés, quien de plano abandono las negociaciones cuando no le concedían todo lo que pedía.
Ante la pregunta de ¿por qué si pudieron construir un acuerdo a nivel federal y no lo alcanzan a nivel estatal y municipal? Pues sencillamente, es que a nivel nacional lo que les toca es la elección de gobernadores -que en Veracruz este año no hay- y en los estados la elección de alcaldes y diputados.
Pero la dirigencia estatal del PAN quiere agandallar los municipios más importantes en el estado, como si estuviera en los tiempos de que desde el gobierno del estado le daban todo para ganar.
Hoy los escenarios son diferentes.
Hay que destacar que precisamente el gran reto de la Coalición de los llamados ahora partidos de oposición, es luchar no contra el partido MORENA, sino con la enorme y millonaria estructura electoral del gobierno federal denominada Siervos de la Nación, que no la tienen ni todos los otros partidos de oposición juntos, es esa en la que tan solo en 2019 se invirtió la cantidad de 3, 240 mil millones de pesos, cifra similar a la del Fondo Nacional de Desastres Naturales FONDEM, que por cierto recortó en 2020.
Es una estructura piramidal distribuida en todo el territorio nacional, con un perfil netamente partidario, operada por un ejército de jóvenes, adiestrada en los procesos electorales del 2015 y 2018, bien pagados y con la promesa de convertirse en funcionarios de la 4T en los gobiernos municipales, estatales y federal. Ésta integrado por 20 mil activistas políticos, denominados Servidores de la Nación, que reciben instrucciones de 266 coordinadores regionales, que a su vez son capitaneado por 32 coordinadores estatales, conocidos popularmente como superdelegados.
Precisamente en la batalla electoral de este año, Tuxpan es clave para ganar la guerra para los grupos y partidos políticos en este 2021, ya que desde este puerto estratégico, coordinaran políticamente no solo la siguiente elección presidencial en la zona norte de Veracruz, también grupos de poder buscan mover la campaña para destituir al propio gobernador del estado Cuitláhuac García Jiménez, en la consulta por revocación de mandato que proyectan en 2022.
Por ello, las alianzas de Héctor Yunes con el actual alcalde tuxpeño Juan Antonio Aguilar Mancha, primo del prospecto panista a la alcaldía «Pepe» Mancha y líder regional panista, y el intento de meter a Chóforo Hernández Cerecedo en el PRI, preparando la alianza, no del 21, sino del 22.
El único aliado fuerte que tiene el actual régimen estatal de la 4T en Tuxpan y la zona norte de Veracruz es Marco Medina, Diputado Federal tuxpeño y quien lleva el morenísimo en la sangre, hay que recordar que fue cofundador con López Obrador de ese partido como secretario de finanzas nacional y es férreo defensor del programa de gobierno de Cuitláhuac.
Marco Medina sería un gladiador político, en defensa del régimen actual y los tuxpeños prefieren seguramente a un personaje como Medina, a otro como Pozos, como presidente municipal, es otra calidad humana y política muy diferente, otra visión del desarrollo regional y sobre todo 100 por ciento morenista.
Alberto Silva busca palancas para meterse por Morena, el otro hora consentido de Javier Duarte y ahijado de Fidel Herrera, quiere entrar por el Verde en alianza, alianza que por cierto rechazan los morenistas tuxpeños y de otras regiones de Veracruz.
En la batalla por Tuxpan participan también empresarios contratistas, que aprovechando la pandemia se han puesto mascarillas, que además de protegerlos, les esconde el rostro y sus verdaderas intenciones y ambiciones políticas, y desde luego económicas.
Al parecer no hay nada para nadie todavía en Tuxpan, la decisión que se tome ahí, repercutirá no solo en la región, también en el propio estado, en este año 21 y en el próximo 22.
Tanto Pozos como Silva, se asumen ya como los elegidos para la candidatura, uno presume que asesora al gobernador y el otro que las puede a nivel nacional, no estatal para la nominación, hasta ahora, Marco Medina guarda silencio absoluto sobre sus aspiraciones, solo dijo en reunión con periodistas que es tiempo que con la 4T se acaben los malos gobiernos, la corrupción, la impunidad, el influyentísimo y los viejos vicios de la política, ¿podrá este David ideológico vencer a los Goliat que le hablan al oído al gobernador, que presumen que lo asesoran, a los que pregonan que entraran por sus palancas en México con los poderosos, a los que quieren con dinero bien o mal habido comprar la nominación morenista?,
¿Se romperá en Tuxpan la continuidad de los alcaldes más corruptos en la historia de Tuxpan que se han vuelto multimillonarios o habrá nueva vuelta?, ¿será Morena el partido de la honestidad y la esperanza?, o habrá más de lo mismo, indicios de como se ve que se están manejando las cosas en la 4T, indican que los morenistas podrían sufrir otra decepción en Tuxpan y llegue otro pez más gordo que Aguilar, con los costales listos, ya con historial en el puerto.
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