Entre lo utópico y lo verdadero
Por Claudia Guerrero Martínez
Circula un texto, nada descabellado, en el que plantea la hipótesis de la enfermedad del presidente de México Andrés Manuel López Obrador, quien el domingo 24 de enero, por la mañana realizaba un evento oficial en San Luis Potosí y por la tarde, se anunciaba haberse contagiado de COVID-19. Cabe destacar, que para haber dado positivo a este virus, tuvo que haber presentado síntomas desde cuatro días antes y ya era portador del virus. No es un secreto, las enfermedades crónicas de este presidente desde hace ya varios años, como es haber tenido un infarto y ser hipertenso. Por eso, el Gobierno Federal ha decidido censurar la información de su estado de salud, siendo información de seguridad nacional y del interés de los mexicanos, por eso, la decisión de Hugo López Gatell de oculta su estado de salud, provoca que haya suspicacias y hasta realidades en grandes escándalos, los cuales, daremos a conocer en esta entrega y este documento circula en redes sociales.
El presidente se enferma cuando:
a) La estrategia contra el COVID en México está calificada como una de las peores a nivel mundial. Abundamos a esto, al cierre de esta columna ser 152 mil fallecidos por COVID y ser una pandemia sin control, con colapsadas instituciones médicas y un millón 790 mil contagiados.
b) Se publica un libro que desmantela las falsedades de López Gatell. Escrito por la Dra. Laurie Ann Ximénez-Fyvie, quien es jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM y Doctora en Ciencias Médicas por la Universidad de Harvard, titulado “Un daño irreparable: La criminal gestión de la pandemia en México”, publicado por Editorial Planeta. Todos los capítulos son importantes, pero el número 5º titulado: Fase 2. Decisiones que sentenciaron a muerte a miles. Una nueva aritmética. “Estamos mal, pero vamos bien” o el 6º titulado: Fase 3. La curva interminable. “¿Qué rayos es un prenúmero?” “la Culpa es de la gente”. Una cura mágica. También el 7º capítulo titulado: Medicina de Guerra. Guía de la muerte, rendición de cuentas. “Es el cubrebocas, estúpido”, entre otros importantes apartados, que la autora desenmascara al Gobierno de López Obrador.
c) Cuando se están acabando la ridícula cantidad de vacunas y no hay fecha para que lleguen más. Un tema que no ha quedado claro si se compraron las vacunas o fueron donadas por laboratorios mundiales. Hoy, el Gobierno de López Obrador anuncia más de dos millones de vacunas rusas, mismas, no han pasado por el proceso de experimentación y publicación en medios académicos, así como revistas especializadas en salud mundial. Son más baratas y muchos países de Europa y Estados Unidos no las admiten para ser aplicadas a la ciudadanía y sólo países como Argentina, Bolivia y otros que han tenido apoyo de Rusia en sus gobiernos, aceptan esta vacuna, aun en exploración.
d) Cuando la encargada de la estrategia nacional de vacunación renuncia por «motivos personales». La titular de vacunación en México y responsable del operativo para aplicar las dosis en México, la doctora Miriam Veras Godoy, renunció el 17 de enero a su cargo por “Razones meramente personales”, cuando en realidad, la manipulación de las vacunas y utilizarlas como instrumento electoral, impuesto por el presidente López Obrador, hizo que la titular de vacunación renunciara, para no exponer su prestigio y ética.
e) Cuando arrecian las críticas porque están vacunando primero los «arrastrados de la Nación». Los Servidores de la Nación fueron vacunados para proteger a este ejército de operadores electorales, quienes van de casa en casa, piden la credencial de elector y entregan programas sociales, quedando su INE y datos en manos de estos operadores de MORENA, para la próxima elección de junio de este 2021.
f) Cuando la mayoría de los hospitales están saturados y a punto del colapso. La muerte de cientos de médicos, enfermeras y personal hospitalario, sin contar con las medidas adecuadas, son parte de la realidad que enfrentan estos profesionales quienes están en la primera línea de batalla, pero además, el Gobierno Federal no entrega medicamento para combatir el COVID-19 y otras enfermedades como el cáncer a niños, siendo los padres quienes interpusieron denuncias por omisiones legales y nula existencia de medicamentos para combatir esta grave enfermedad. Los hospitales públicos y privados están a su máxima capacidad, siendo que los contagiados por COVID-19, muchos de ellos fallecen en sus casas.
g) Cuando se descubre que obviamente, él y sus allegados fueron los primeros en vacunarse contra toda falsa calendarización. La manipulación de vacunas fue en parte para un grupo médico y de enfermeras, pero por el otro, funcionarios federales y administrativos se aplicaron la vacuna, interponiendo influencias para su aplicación, cuando en primer término, eran vacunas experimentales.
h) Cuando están a punto de salir los datos de PIB y empleo 2020. Los datos de la caída del PIB y las empresas colapsadas y sin apoyo del Gobierno Federal serán parte de los resultados de la administración de López Obrador y su fallido proyecto de la 4ª Transformación.
i) Cuando tuvo que recular y tragarse sus palabras ante la total ineptitud para la compra e inoculación de vacunas. Una catástrofe que ha provocado miles de muertes de personas quienes creyeron que la pandemia estaba controlada y ver al presidente sin cubrebocas y simular que en el país, los contagios estaban disminuyendo, cuando en realidad, la epidemia está actualmente en descontrol y las cifras son alarmantes.
j) Cuando al parecer saldrá a la luz que NO hubo más gasto en compra de vacunas y están OJO, “desaparecidos», nada más y nada menos que $120,000´000,000 Ciento veinte mil millones de pesos. Y la información está encriptada y no se puede consultar, ya que el Gobierno Federal censuró dicha información y declararla información privilegiada y de interés nacional. Lo cierto es que hay una clara evidencia de que no hubo compra y fueron donadas por laboratorios extranjeros y aplicada para experimentar las reacciones de quienes se las han aplicado, entre ellos el personal de salud.
La teoría de esta relatoría afirma que, al declararse contagiado, a López Obrador le generará simpatías y cuando «se recupere», dirá: «Ya ven, no es tan grave».
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