En los Estados Unidos la información estadística fluye con extraordinaria rapidez, por ejemplo, en el caso de su campaña de vacunación se pone al descubierto la menor proporción de afroamericanos que han accedido al beneficio de la inmunización; también revela el elevado número de indigentes víctimas del terrible mal; es decir señala brecha de preferencia racial y las radicales desigualdades en ese país. Sin duda la vulnerabilidad económica es otra variable preferida por la covid-19. Por otro lado, debiera reconocerse la calidad democrática de la terrible enfermedad, pues no distingue entre el poder económico ni político ni la indigencia, agarra parejo, quizás la diferencia estriba en la cantidad de unos y otros.