miércoles, diciembre 18, 2024

Cuando odiaban al PRI

+ Otros yunistas que quieren tripular la alianza.
+ Vocero presidencial, con Covid.
+ Siete años de la partida del maestro.

¡Fuerza, mi querido Darío! ¡Vas a salir de esta!
–Chopenjawer

Los principales causantes de la debacle y pésima imagen del PRI en Veracruz fueron los últimos dos sexenios priístas en la entidad, encabezados por Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa. Dos gobiernos que quedaron marcados por la corrupción, los desvíos, el tráfico de influencias; épocas cuando también se incrementó la violencia a niveles muy sangrientos por la lucha que había entre cárteles del narcotráfico.

Quienes aprovecharon para destacar lo malo del PRI fueron precisamente los partidos de oposición. El cenit fue cuando alcaldes del PAN y el PRD, con el argumento de que el gobierno no les pagaba recursos pendientes, tomaron el Palacio de Gobierno el 29 de octubre de 2016.

Pero la toma –de cierta manera justificada– se convirtió en show político cuando comenzó a figurar como líder el alcalde panista de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez (a) «Miguel Chiquito», a quien sus huestes vitoreaban cada que daba una conferencia de prensa o posteaba un video en el Feisbuc.

Ya encarrerado, «Miguel Chiquito» ni siquiera tenía el interés por destrabar el conflicto, sino echarle más gasolina lanzando mensajes incendiarios vía redes sociales y hacer crecer su imagen como aspirante a la gubernatura; la prueba de esto fue cuando también tomó Casa Veracruz (la residencia oficial del titular del Ejecutivo) y trató de exhibir vía redes sociales una conversación privada con el gobernador interino Flavino Ríos Alvarado.

Detrás de todo esto estaba el futuro gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien también uso recursos legales para «apretar» a funcionarios e iniciaron la persecución judicial que llevó hasta al mismo exgobernador Duarte a la cárcel.

Los Yunes, hay que subrayarlo, tenían una gran protección oficial desde el gobierno del priísta Enrique Peña Nieto: desde la Secretaría de Gobernación, el titular Miguel Ángel Osorio Chong les permitía hacer todo, incluso despedazar lo que quedaba del PRI en Veracruz.

El plan era simple: primero ganaba la gubernatura de dos años el patriarca de los Yunes y luego este heredaría el poder a su hijo «Miguel Chiquito», pero el cálculo les falló y perdieron todo ante el efecto López Obrador.

Para esto, tanto Yunes Linares como su prole y aliados (entre ellos el prófugo de la justicia Jorge Winckler) usaron mensajes de odio, burla y desprecio al PRI que hoy quieren usar como plataforma para poder imponer a personajes cercanos a ellos, incluyendo a Miguel Ángel Yunes Márquez como aspirante a la alcaldía de Veracruz en las elecciones de este año.

«La alianza PAN-PRD es para rescatar a #Veracruz, la del #PRI para seguir robando, ¡Esa es la diferencia!», tuiteaba el 14 de enero el entonces aspirante a la gubernatura Miguel Ángel Yunes Linares.

Fernando Yunes Márquez, hijo del exgobernador y hoy alcalde de Veracruz, decía en twitter el 31 de mayo de 2015: «Votar por el PRI/VERDE es votar por Javier Duarte! Ese mismo desastre quieres que te represente?»

Él mismo arremetía contra el PRI el 15 de enero de 2016: «En el PRI, unidad se escribe IMPUNIDAD!».

«Ni un voto al PRI!! Todos son iguales!», destaca en otro mensaje.

El 28 de enero de 2016, el hoy edil también hacía alarde: «Este Domingo se registra la coalición PAN/PRD que va a sacar al PRI de Veracruz!»

Los mensajes de odio contra el PRI por parte de los Yunes incluso siguieron durante la minigubernatura de los dos años, previo a la fallida campaña de «Miguel Chiquito».

Por ejemplo, vía Twitter, Miguel Ángel Yunes Márquez decía el 26 de enero de 2018: «En Veracruz, donde el gobierno corrupto del PRI robó tanto, necesitamos gobernantes con experiencia, que sepan conseguir más recursos».

Es un secreto a voces que quienes controlan al Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Veracruz es el exgobernador y, por extensión, sus hijos. Luego entonces, cualquier mensaje que provenga de lo que queda del PRD, es un recado de aprobado y enviado por los Yunes.

En el caso del PRI se ha señalado al dirigente estatal, Marlon Ramírez, como también parte de los políticos no panistas que tienen privilegios y cercanía con el exmandatario, pero éste lo niega. Lo que sí, es que la actitud del PRI abona mucho a esta idea: que Yunes también ya tiene controlado al partido tricolor que hizo excremento en recientes años.

En todo esto, la verdad que es lamentable la manera sumisa en que el PRI se está entregando a una alianza donde sólo está sirviendo como la misma comparsa que tomó el Palacio en 2016. Al parecer en el tricolor ya les dio el amor por su mayor némesis y no tienen memoria de quién los hizo pedazos en Veracruz, pero ahí la llevan engañándose a sí mismos.

Comentan en el puerto de Veracruz, que el fondo del pleito que está rompiendo la megaalianza es que el PRI y PRD apoyan una designación directa de «Miguel Chiquito» en el caso de la candidatura a la Presidencia Municipal del puerto de Veracruz, donde el PAN no alineado con los Yunes está impulsando a Bingen Rementería del Puerto.

Así que no le extrañe la próxima nueva alianza: PRI-PRD-Movimiento Ciudadano impulsando a Miguel Ángel Yunes Márquez a la alcaldía de Veracruz, lo que sería otra derrota inminente para el chiquito de Miguel, nuevamente superado por Morena y un PAN que le pinta mocos.

NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Otros yunistas aparte de «Miguel Chiquito» que buscan o buscaban colarse como candidatos de la (casi rota) alianza PRI-PAN-PRD: Octavio «Tavo» Pérez, alcalde de San Andrés Tuxtla, quien buscaba la diputación plurinominal y llegó a buscar al dirigente estatal del PAN, Joaquín Guzmán Avilés, para que lo apoyara, pero el de Tantoyuca ya tenía informes de que «Tavo» iba con la encomienda de Yunes Linares, luego de haber convivido con él en un bautizo… Otro es Luis Fajardo, ligado al exsecre de Seguridad, Jaime «Sugardaddy» Téllez Marié, quien busca ser candidato por Coatzacoalcos; otro es el regidor Blas Ávalos, en Minatitlán.

OTRA NOTA: Jesús Ramírez Cuevas, el vocero presidencial, tiene Covid19. Más que vocero, sirve como quien está al pendiente de las láminas que se presentan en la «mañanera», con un papel muy reducido y casi sólo asignado a atender a esas alimañas que se presentan como periodistas en Palacio Nacional. A ver si no se convierte en factor de riesgo para AMLO.

LA ÚLTIMA PORQUE PERDIERON LOS STEELERS: Este 12 de enero se cumplen ya 7 años de la partida del maestro César Vázquez Chagoya. Todos los días se le extraña y se pregunta uno: «¿Cómo le haría el patrón?» en situaciones donde se deben tomar decisiones editoriales o de vida, y asumir las consecuencias. ¿El mejor legado? Sus enseñanzas, sus pláticas anecdóticas, sus verdaderos amigos que no lo olvidan y han estado ahí para dar la mano. Siete años, Don César, pero siempre se le recuerda con su inseparable cigarro como si estuviese aquí hace ratito platicando con su servilleta. Abrazo con cariño.

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