Con un Presidente que hoy dice una cosa y mañana dice lo contrario; a ningún país le puede ir bien. Hace un año, para ser exacto el 28 de febrero del año pasado, declaraba en sus nefastas y terriblemente manipuladoras “mañaneras”, que México estaba preparado para la pandemia con médicos “especialistas” ¿? hospitales y la capacidad necesaria para enfrentarla…
No obstante, el 21 de enero pasado, declaró que no se tienen los médicos ni los especialistas ¿? para enfrentar la situación -¿y luego la tal eminencia de Hugo López-Gatell?-…
Pero para no variar, agregó que “eso se le debe a los neoliberales; porque nada de que ellos no tienen nada que ver con esto” ¿?…
Y a pesar de que todo eso está grabado, el individuo no tiene el menor asomo de vergüenza para decir una cosa y luego decir exactamente lo contrario…
Sin embargo, el que el Presidente no tenga vergüenza o memoria, no quiere decir que otros no la tengamos. Y si no la tenemos, ahí están los videos como para ponérselos en la cara a ver con que sale…
Sin olvidar que desde su larguísima campaña SIEMPRE dijo que regresaría a los militares a sus cuarteles. Y ayer salió con que es un “despropósito no usar al Ejército y a la Marina en labores de seguridad pública”…
Cabiendo citar un refrán popular: “El miedo no anda en burro”. Pues el Presidente sabe perfectamente bien que ningún mandatario puede sostenerse si no cuenta con el apoyo de los militares. De ahí los contratos y desmedidas loas…
Pero si el individuo cree que tomándole el pelo a la gente se va a poder sostener en la Presidencia para llevar a cabo sus personales planes -no se ven otros; el tren Maya es un claro ejemplo- porque sus “abonados” -o sea, sus votos comprados- van a seguir estando de su lado en las próximas elecciones…
Es pertinente que el Presidente sepa que no todos sus convenencieros seguidores son retrasados mentales -solo medio-. Si no es que antes le pasan la factura de sus dictatoriales imposiciones en la revocación de mandato…
Y el asunto no es tan difícil como se piensa. Pues la solución para desde ahorita echar abajo sus patéticos planes, bastará con que el candidato -o todos los candidatos, para igualar los cartones en esta farsa democrática- digan que de ganar no van a quitar los apoyos a los ciudadanos, para que al tabasqueño se le caiga su teatrito…
Aunque se corre el riesgo de que quien llegue sea igual de demagogo que él y no cumpla su palabra de continuar con los apoyos. Y en ese caso, cae como anillo al dedo el conocido refrán que dice: “Más vale malo conocido que bueno por conocer”…
Pero quien llegue tendrá que pasar por el filtro de los turbadores Institutos Políticos llamados Partidos, que ya lo tendrán perfectamente enganchado a sus fines por haber cooperado para su campaña…
La raja de absurdeces que cada mañana dice, cae como cascada en la sociedad, igual que presa reventada. O específicamente abierta para perjuicio de los más pobres, a los que dice ver por ellos…
Pero con una sociedad de enfermos, como él; que votaron por “Layín” el Presidente Municipal de San Blas, Nayarit, que se reeligió tras la desfachatez de haber reconocido que había robado, “pero poquito”…
Lo mismo y más adelante el Presidente sale con que ha engañado a todos -o casi a todos- “pero poquito”. No obstante el problema es más grave de lo que se piensa. Porque está muy bien que lo saquen y le echen la culpa de todo lo que nos ha sucedido; igual que él hace con los que lo precedieron…
Y no es que de alguna manera no tenga cierta razón en algunas cosas que dice al responsabilizarlos del pasado -un pasado del cual él también formó parte, que no lo olvide- y de las que los hace responsables…
Seguramente que el caos social que vive la CDMX y que tiene contra la pared a Claudia Sheinbaum, también es culpa de las pasadas administraciones; pero ahí no lo dice pues es tanto como darse un tiro en el pié…
La pregunta de fondo, repito: es quién va a llegar, si finalmente todos son iguales. Y si no lo son, de todas maneras tienen que actuar conforme los oligarcas lo mandan. Negar que se vive una oligarquía, es no querer ver la realidad…
Cuando la verdad es que a escasos dos años de su mandato, hay personas que ya lo alucinan. El individuo es verdaderamente insoportable. Su clásico “modito” de hablar ya exaspera hasta un monje budista…
Y para ser el hombre mejor informado de México -según él ¡claro!- dice demasiadas imprecisiones y tonterías. Aunque todos sabemos que finalmente López Obrador es un demagogo sin compromiso cual ninguno con México. Y menos se puede creer en su Pío-honradez…
Pero el problema radica en que está tan enfermo que él mismo se creé sus mentiras. Ya que de otra manera no se puede explicar su actuar. A menos que sea un cínico redomado y piense que todos van a creer ciegamente en lo que dice…
Siempre se ha sabido que no se puede engañar a todos todo el tiempo. Y a cómo van las cosas, seguramente no será el primero que llegue aclamado por la mayoría; y finalmente tenga que salir por la puerta de atrás -en el mejor de los casos-. Pues otros que ni eso…
Pero el problema persiste y por lo visto así seguirá mientras no se quieran cambiar las cosas y se adopte un verdadero Estado de Derecho; porque el problema de fondo es ¿a quien ponemos? si todos son iguales.
Ya de salida…
Afortunadamente el señor Presidente dio positivo al virus que la mayoría de los habitantes del Planeta tenemos, es decir, que según los “expertos” está contagiado de Covid-19…
Desde luego no se le desea ningún mal y esperamos su pronta recuperación; pero gracias Coronabichus Apaniatum; afortunadamente descansaremos de él por un buen rato.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.