viernes, noviembre 22, 2024

El choque del discurso con la realidad

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“No bajar la guardia porque viene lo peor”, dijo el presidente Biden para referir la gravedad de la pandemia en su país y ofrecer un programa optimista de vacunar cien millones de estadounidenses en los primeros cien días de su gobierno; según se ve es muy posible el cumplimiento de esa meta. Allá, obviamente. Porque en México se pierde tiempo y oportunidades en discursos inútiles, como, cuando al recibir un lote de 3 mil 500 vacunas como adelanto del millón 400 mil vacunas que llegarían antes de finalizar 2020, Marcelo Ebrard discurseó: “se inicia el fin de la pandemia en nuestro país”. Aquello fue el 24 de diciembre, entonces se contabilizaban 120 mil 311 defunciones a cargo del covid-19, justo el doble de la cifra de muertes calculadas por López Gatell para alcanzar el grado de “escenario catastrófico. Ahora, el 30 de enero, cuando el programa de vacunación camina dando tumbos y el número de muertos asciende a 156 mil 578, Ebrard se queja de que América Latina accede con dificultad a las vacunas anti Covid-19 en comparación con los Estado Unidos y la Unión Europea. Entonces, ¿dónde quedaron los contratos de adquisición previamente anunciados? ¿Fue jarabe de pico? Así pasa cuando acontece.

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