Agencias/Sociedad 3.0
En la provincia del Chaco, norte de Argentina, un sanatorio de la ciudad de Resistencia, de 400 mil habitantes, dio por muerta a una señora de 84 años. Con bajos signos vitales, la mandaron al crematorio y le dieron un rato a su hija para que se despidiera. En ese momento, la hija se dio cuenta de que su madre aún respiraba.
Fue el domingo 24 de enero cuando una mujer se acercó a la comisaría zonal para hacer una denuncia muy atípica: que en el sanatorio mandaron a cremar a su madre estando viva. La mujer, de 54 años, había llevado a su madre de 84 años al hospital el día anterior porque no se sentía bien. Los médicos la internaron en terapia intensiva.
Al día siguiente, cuando la hija fue a verla, le dijeron que había fallecido, por lo que coordinó con el crematorio local para que fueran a buscar el cadáver de su madre.
Por un tema de protocolo, debido a que estamos en medio de la pandemia por el COVID-19, a los fallecidos se les pone un barbijo y se los coloca en un cajón sellado con un vidrio. A la mujer le dejaron una hora para que pueda despedirse de su mamá. En ese momento, justo cuando estaban por llevarse el cuerpo, la hija notó que el barbijo que llevaba puesta su madre se movía. Ahí se dio cuenta que aún respiraba”, contó a Clarín Alejandro Dominguez, jefe de la División de Prensa de la Policía del Chaco.
“El mismo domingo hizo la denuncia”, agregó.
La hija notificó al sanatorio de lo sucedido, e inmediatamente mandó una ambulancia para llevar de regreso a la señora al hospital. “Ahí constataron que la mujer seguía viva. Por lo que sabemos hasta ayer (martes) la mujer seguía internada con signos vitales muy débiles”, contó Dominguez a Clarín.
El presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios del Chaco, Armando Frangioli, dijo a Clarín que esos problemas ocurrían “hace 100 años”, pero aclaró que “hay casos que pueden dar dudas”.
-Con información de El periódico