El sábado 6 se filtró el dato y empezó a circular como una noticia profusa en las redes y en los periódicos digitales: Ricardo Ahued se había registrado por la vía electrónica como precandidato del Movimiento de Regeneración Nacional (Morrena) a la presidencia municipal de Xalapa.
El hecho modificó radicalmente la correlación de fuerzas para la elección de las autoridades de la capital, dada la simpatía electoral que mantiene el senador veracruzano en la ciudad que bien gobernó como alcalde del 1º de enero de 2005 al 31 de diciembre de 2007, lo que le valió para ser considerado un candidato victorioso seguro, lo que aprovechó el PRI para lanzarlo como candidato vencedor a diputado federal (2009-20012) y local (20013-20016).
En 2018 contendió por Morrena para Senador de la República del Estado de Veracruz y ganó ampliamente la elección, por lo que tomó posesión como tal el 1º de septiembre de 2018, con un periodo en el que pidió licencia, que fue del 28 de mayo de 2019 al 30 de abril de 2020.
El registro de don Ricardo era esperado, ante la vista de las presiones que le estaba haciendo la jettatura del partido en el poder, que se decía provenían desde el mismo patriarca morrenista, el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Xalapa es la única capital estatal gobernada por un morrenista, el doctor Hipólito Rodríguez Herrero, que se ha ganado a pulso la animadversión de los xalapeños con una administración francamente perfecta en su intención de hacer mal las cosas y consiguió revertir radicalmente la simpatía que había conseguido en la elección de 2017, con cerca de 80 mil votos.
Para el partido en el poder, es importante mantener la hegemonía en la Atenas Veracruzana, con miras a las elecciones de 2024, cuando se elijan al nuevo Gobernador del Estado y al nuevo Presidente de la República, y eso sólo se puede lograr con un candidato realmente competitivo.
Elízabeth Morales, la ex alcaldesa, pensó que en un momento que podría ser la abanderada que garantizara el triunfo y anduvo coqueteando con ciertos sectores del morrenismo para conseguir la candidatura, pero los números no le dieron, y las encuestas reales demostraron que el único que tenía oportunidad de revertir la pésima imagen construida a pulso por Hipólito era Ahued Bardahuil.
Ricardo Ahued será entonces el abanderado de Morrena, y con eso es muy probable que las fuerzas opositoras se muevan. Tal vez no se dé ya la coalición del PAN, el PRD y el PRI en la capital, y cabe la posibilidad de que vaya Sergio Hernández u Omar Miranda por los blanquiazules, y David Velasco Chedraui busque dar un muy improbable campanazo por el PRI.
Uriel Flores, por Podemos, ve alejarse sus posibilidades ante un candidato tan arraigado entre los xalapeños, digamos que más que él.
Don Ricardo Ahued no ha hecho alguna declaración, y se apresta a hacer una campaña victoriosa, como es su costumbre, con propuestas sencillas y claras, como lo es él mismo, que lo llevarán a una victoria inapelable.
Y a lo que sigue…