El Fondo Monetario Internacional en enero pasado adelantó sus previsiones de crecimiento económico, a México le diagnosticó un 4 por ciento, una tasa que los analistas de este país pusieron en tela de duda en base a los severos daños sufridos por la estructura económica del país; Citibanamex y Bursamétrica estiman un crecimiento de 1.5 por ciento, es el más pesimista porque las encuestas fijan una tasa de crecimiento cercano al 3.6 por ciento. Pero a su bienvenido regreso a las mañaneras, este día el presidente López Obrador estimó un crecimiento del 5 por ciento. ¿Cuál de esas mediciones se acercará a la realidad? Lo iremos conociendo en el decurso del acaecer sanitario y económico de este año, aunque de entrada lo más probable es que el presidente no acierte, lo cual es justificable porque su fuerte no es la economía, como se ha venido comprobando después de haber ofrecido que durante su gobierno habría un crecimiento del 4 por ciento anual, en cambio, la realidad dice que en 2019 la economía decreció -1 por ciento, y en 2020 8 por ciento, un lamentable derrumbe muy difícil de reponer en el resto de la actual gestión gubernamental.