Claro, todos necesitamos dinero en estos momentos de crisis. Prácticamente a nadie le alcanza lo obtenido mes a mes, para vivir de una manera decorosa. Y por eso se va cayendo en deudas que al intentar pagarlas nos desaparecen lo poco conseguido en la quincena.
Es el signo cruel de la pandemia en las finanzas familiares.
Y como la necesidad de muchos hace negocio, no han faltado quienes han echado la vista a este nicho de mercado y han dado con que ofrecer créditos a través de Internet resulta una oportunidad inmejorable para ganarse unos centavos, o más bien, muchísimos centavos… muchisísimos.
Ya se sabe que no se pueden mover cantidades considerables de dinero sin que lo advierta algún grupo de malosos y sin que éstos quieran intervenir en el negocio, aunque lo hacen de acuerdo con sus reglas… o su falta de ellas.
Así que los préstamos en línea, que empezaron a tener una demanda inusitada en el mercado de las redes, fueron contaminados irremediablemente por la empresa del crimen, y así empezaron a aparecer los fraudes a través de la oferta por Internet.
“¿Necesita dinero? Nosotros se lo ofrecemos sin consultar buró de crédito. Desde 2 mil hasta 20 mil pesos, que en unos minutos estarán depositados en su cuenta. Solamente necesitamos su credencial de elector y el número de una cuenta o tarjeta bancaria.”
Así empieza el enganche de las víctimas, que por su desesperación en pos del efectivo evaden el pensar en las consecuencias de estas operaciones tan “generosas”.
La verdad, no hay dinero fácil en ninguna parte. Lo que parece así, siempre es un fraude.
Y hay también un peligro mayor al de ser timados por defraudadores. Desde hace algunos años llegaron a México ciertos grupos que prestan dinero fácil, y la garantía de pago es la vida del cliente o la de su familia.
Si te atrasas en la mensualidad, primero te queman tu vehículo. Después, te queman tu vivienda, sola o habitada. Con esas formas de cobranza, tienen una cartera vencida muy pequeña, y os que deben están por lo general en el cementerio.
Hay una forma de asegurar que la empresa con la que se piensa contratar un crédito es legal: consultar la página www.condusef.gob.mx, en donde hay una lista de los negocios autorizados oficialmente para hacer este tipo de operaciones.
Y lo importante es no caer en el encanto de las sirenas, que ofrecen soluciones fáciles para nuestros problemas más difíciles. Es no existe. Al caer en esa tentación, estamos arriesgando nuestro patrimonio, nuestra vida y la de nuestros cercanos más queridos, esposa, hijos.
No hay fórmulas mágicas que nos saquen del problema económico, que es universal. No habrá quién nos ayude a salir del hoyo. Por desgracia, lo único que nos puede salvar somos nosotros mismos.