Durante su campaña para la presidencia de México, López Obrador convocó a la ciudadanía a emitir un “voto parejo”, es decir, sufragio favorecedor a su candidatura y a los candidatos a legisladores, alcanzó su objetivo porque MORENA obtuvo cuantiosa votación para así controlar dos de los Poderes de la Unión, Ejecutivo y Legislativo. Esa estrategia sigue vigente para aplicarla en esta elección intermedia, cuando las condiciones objetivas son diferentes a las de 2018, en primer término, porque ya no es el PRI partido en el gobierno sino MORENA, y el presidente no es Peña sino López Obrador cuyo gobierno estará siendo evaluado en esta elección. Sobre cómo votará la ciudadanía en esta ocasión es asunto de estrategias político electorales, pues corresponde a los partidos en pugna diseñar sus campañas de convencimiento popular, unos para conservar el Poder, otros para hacerlo suyo. De esta fecha al día de la jornada electoral en junio todavía correrá mucha agua bajo el puente.