Lourdes Mendoza
Sobremesa /El Financiero
La semana pasada le comentaba de la 84 Convención Bancaria y que el ambiente no era el mejor. Que la amenaza del Presidente en 2018 de soltar al tigre, y a ver quién lo amarraba, retumbaba en las mentes de los banqueros. Pues ya lo soltó y ha rasguñado a la mitad del país. ¡Y eso que aún no avisaba que modificaría la Constitución!
También le comenté que esta convención sería distinta por ser la primera virtual gracias a la pandemia por Covid-19.
¿SI USTED VIENE DEL FUTURO Y QUIERE SABER CÓMO FUE?
Fue muy diferente, por no decir horrible y, ojo, llevo cubriéndola 20 años consecutivos. Una de las cosas que se extrañaron, además de estar cerca del maravilloso océano Pacífico mexicano, fue la grilla de los pasillos y salones de juntas que suele darse entre los banqueros, tanto para hacer negocios, como para departir y analizar el entorno político-económico-social que, invariablemente, tiene una gran influencia en su día a día. Léase, se comprobó que la verdadera con-ven-ción se da en los pasillos del Princess… no adentro del salón de conferencias.
TIEMPOS DE MUJERES
Ahora bien, debo reconocer que la convención abrió con un mensaje bastante positivo en estos tiempos donde la inclusión y equidad están en medio del debate público: la ABM y la Secretaría de Hacienda firmaron una carta compromiso para reducir las brechas de género en el sistema financiero y buscar que las mujeres ocupen más puestos directivos y participen en la toma de decisiones, además de promover productos y servicios financieros con perspectiva de género e inclusión financiera. Estrellita aquí para ambas instituciones.
Ya antes Ana Botín, presidenta de Banco Santander; Elizabeth Duke, gobernadora de la Reserva Federal de Estados Unidos, y Galia Borja, subgobernadora del Banco de México, habían hablado sobre el rol y la importancia que tienen las mujeres en el sector financiero a nivel mundial y la necesidad de que haya más en todos los niveles de las estructuras corporativas.
La serie de conferencias abordó temas coyunturales que no podían dejarse de lado, como la perspectiva de la economía mundial y los mercados para 2021; el auge del open banking, que consiste en que los bancos compartan información de los usuarios con otras instituciones bajo consentimiento, lo que requiere no sólo de nuevas estrategias, sino de un cambio de infraestructura y cultura organizacional, de acuerdo con Matthias Kroener, CEO de Fidor Group y ponente invitado por la ABM.
¿CHOQUE ENTRE MÉXICO Y EU?
Se habló también de la relación entre México y Estados Unidos y de un posible ‘choque’ entre el gobierno de la 4T y el de Joe Biden, debido al discurso de ‘soberanía’ de AMLO, esto según Duncan Wood, vicepresidente de estrategia y nuevas iniciativas del Woodrow Wilson Center.
Larry Fink, mandamás global de BlackRock, destacó que México podría beneficiarse del paquete de rescate fiscal y estímulo económico de 1.9 billones de dólares propuesto por Joe Biden. Dejando implícito que no será gracias a la estrategia del gobierno de López Obrador.
Esta convención marcó la despedida de Luis Niño de Rivera como presidente de la ABM. En su mensaje de salida recordó que la pandemia ha repercutido de manera muy significativa en el devenir económico de México y el mundo, con severas contracciones en las actividades productivas. Puso como ejemplo a Japón y Corea, países cuyas economías eran más pequeñas que la mexicana allá por la década de los 50 y la posguerra, pero que supieron innovar y crearon mercados donde no había, lo que impulsó su desarrollo económico. México debe innovar si quiere conquistar el siguiente nivel de desarrollo económico y convertirse en una potencia mundial, dijo.
Niño de Rivera hizo corte de caja también: en el último año se incrementó la presencia en 227 municipios, principalmente en el sureste del país, y en los últimos 18 años se ha bancarizado a 17 millones de personas, en su mayoría mujeres.
Por otra parte, quien toma la estafeta para dirigir la ABM para el periodo 2021-2023 es Daniel Becker, presidente y director general de Mifel. Becker le reconoció al Presidente su disciplina fiscal y el manejo responsable de las finanzas públicas, bases de una economía estable. También hubo flores para Arturo Herrera, secretario de Hacienda, a quien le chuleó el “balance robusto de cara a la recuperación económica pos-Covid”.
Becker explicó que el contexto actual es un momento de oportunidad y de cambio, pues “las crisis son donde se requiere sacar lo mejor de uno”. La banca en general muestra solidez, pero no pueden confiarse. Al final, ayudan a construir sueños, mantener la esperanza de un futuro mejor y son un factor relevante en la vida de las personas. Y pues sí, el que esté libre de un producto bancario que tire la primera piedra.
EL CHISME
De la convención se soltó el jueves por la tarde-noche y era que AMLO no se quedaría a la comida con los banqueros. Y efectivamente, no se iba a quedar a comer porque la comida nunca existió. Así como lo están leyendo. La agenda, por razones de prudencia ante la pandemia, nunca consideró ninguna comida ni acto privado posterior a la ceremonia.
¿ARMONÍA? SÓLO EN EL DISCURSO
En la ceremonia de clausura, el gobierno federal procuró dar mensajes alentadores: por un lado Arturo Herrera mostró optimismo; por otro, AMLO ofreció certeza.
Herrera prometió un crecimiento de 5 por ciento del PIB y una reforma fiscal después de las elecciones. ¡Quihúboles! ¿No que no? ¿No que ellos no nos iban a subir los impuestos? Por su parte, AMLO aseguró que no promoverá cambios en las reglas para que los bancos operen sin trabas. Les ofreció impulsar este año una reforma de simplificación para las Pymes.
ASÍ CAYÓ EL TELÓN DE LA CONVENCIÓN
Con nostalgia por las guayaberas, el calorcito, la pasarela de la inauguración, el tradicional coctel de Banorte y esas pláticas en el bar tras la cena con los presidentes. Lo único bueno de no hacerlo en Acapulco fue que evitamos escuchar alguna defensa sobre la candidatura del presunto violador Salgado Macedonio, candidatazo del Presidente a gobernador de Guerrero.