¡¡¡BUENOS DÍAS!!!– Me saluda uno de los uniformados que hace la ronda por Jardines de Xalapa. Respondo sottovoce, bajito: “¡Buenos días!”, a lo que el Oficial exclama: “¿CÓMO?” y vuelvo a contestar del mismo modo, con timidez: “¡Buenos días!” y el agente de la Seguridad me dice: “¿Y por qué habla tan bajito?”, y termino explicándole que capaz que le contesto golpeado, me acusa de Ultrajes a la Autoridad y hasta de causarle daño psicológico que me puede costar el pago de terapias.
Por supuesto, esto no es más que una broma aunque también es en serio, tras los últimos acontecimientos en donde por decreto, se busca que los ciudadanos respeten a las autoridades… al costo que sea… aun por encima de la libertad de expresión. ¿Se le tiene respeto a las autoridades? Muy difícil.
Quizás por eso hemos visto intentos por parte de varios políticos, distintos partidos, para evitar ser tocados hasta por el pétalo de una rosa, a través de candados, que van desde pretensiones de Leyes Anti-Memes o regular las benditas redes sociales.
II
En la secundaria, no faltaba quien pasara a contar chistes de ciegos y al final, ¡todos a las risas! Lo mismo ocurría cuando contaban chistes de enanos, de inválidos, de mongoles, de jotos. Conste, hablo de principios de los 80.
Al paso de los años, se contaban los mismos chistes pero ya era de débiles visuales, personas con capacidades diferentes, especiales o con distintas preferencias sexuales… pero las risas fueron disminuyendo. ¿Qué ocurrió? Se dio la Inclusión. En una de ésas, por la misma razón, hasta es posible que nuestra “moral” haya cambiado… y nuestras leyes y reglamentos también.
III
Recuerdo a Jorge. Estábamos en el Prope, allá en Ciudad Mendoza. Se organizó un torneo de básquetbol y Jorge pidió incluirlo en el equipo. A él le decíamos “El Inmortal”, porque nunca iba a estirar la pata; o el “Miguel Bosé”, por “ese modo de andar”… sí, tenía una pierna más corta que otra por lo que se apoyaba con la punta de uno de sus pies para caminar. ¿Por qué estaba así? No sé, no le preguntamos… total que ese día del torneo, nos estaban dando una reverenda madriza. Afuera, Jorge pedía a gritos que lo dejáramos entrar. Alguien pidió el cambio y entró Jorge, quien cuando tomó el balón, con una destreza increíble, botaba y piboteaba esquivando rivales hasta tener posición de lance ¡y empezó a encestar! Sí, estoy seguro que perdimos esa ocasión, pero Jorge fue el héroe del partido. En el torneo de futbolito y algunas veces en partidos de futbol, fue también nuestro portero. Claro, no por eso dejó de ser nuestro querido “El Inmortal” o nuestro apreciable “Miguel Bosé”.
IV
Hoy denominan a los jóvenes y niños como Generación de Cristal, y entre sus características están el manejo diestro de tecnologías, poco empáticos y sobreprotegidos… yo creo que muchos de nuestros políticos son parte igual de esta Generación de Cristal pero por su baja autoestima; por confiar sólo en el uso o abuso del Poder; por esa imperiosa necesidad de reconocimiento constante y la nula tolerancia a la crítica y al rechazo; por esa rara habilidad para la frustración. ¡Imaginen! ¡Se indignan si les dicen Bola 8! ¡Se ofenden si les dicen ineptos para gobernar! ¡Cuando a ellos se les permitió la manifestación de sus ideas tanto en las calles como en las benditas redes sociales, ahora, son incapaces de aceptarlas envueltos en ese halo de Autoridad Moral donde todo lo que hagan está bien. Así que ya sabe… si se encuentra a un Policía, a un Político, a un funcionario de esta reciente generación, háblele quedito, no golpeado… no vaya a ser la de malas…