viernes, noviembre 15, 2024

Ahora sí no se midieron…

Opiniones y Comentarios

Julio Ricardo Blanchet Cruz

diariolibertad@gmail.com

No será la primera vez que mis todavía tres amables lectores, habrán escuchado que el Poder enloquece a las personas.  Y nada es más cierto que eso.  Nadie se escapa.  Lo que pasa es que cada cual enloquece a su manera…

Lo mismo en su locura a uno le da por lanzar bombas y matar gente, como ejemplo para todo el mundo -no hace falta que diga como quién-.  Que a otro le da por la paz; como mi admirado Don Pepe Múgica. También como un ejemplo para todo el mundo…

Las cosas cada cual las ve a su manera; no podría ser distinto.  Pero hay realidades que ni estando en la cima del Poder, o sea, totalmente fuera de la realidad, se pueden negar.  Como el día y la noche, como las matemáticas, como la misma vida…   

Una cosa es tener otra información, tener otros datos; y otra negar la evidencia.  Como el que se metió en sentido contrario en el periférico y decía que todos estaban locos; cuando el loco era él…

Llegado ese caso, el asunto ya es preocupante.  Porque una cosa es que el Presidente, en una ya clara psicosis de persecución, diga que lo de la vacuna de aire fue planeada por los conservadores para perjudicar la 4T…

Y otra muy distinta es que el Presidente niegue que la gasolina ha subido de precio; cuando en TODAS las gasolineras así se marca.  Con diferencias de centavos, pero todas han subido sus precios…

Y no es ninguna justificación que no sea él quien va a llenar el tanque, porque la gasolina es la que mueve todo.  Como tampoco se justifica que un Presidente no sepa cuanto cuesta un kilo de tortillas -lo que sería entendible, pero no justificable tratándose del alimento principal del Pueblo- aunque él no vaya a hacer la cola…

La interrogante se presenta, en cuál es la razón por la que todos enloquecen.  Porque no son los mismos antes de tener el Poder, que cuando lo tienen; y no se diga cuando lo pierden.  Se vuelven insoportables.  Cambian; y muchas veces de manera radical.  Se desconocen vaya…

Así que debe de ser una causa de fondo la que opera para que a todos les suceda lo mismo.  Bueno.  A casi todos. La excepción confirma la regla, dicen por ahí…

Y si encontramos a la excepción y analizamos en qué se diferencia de los demás, pues tendremos la solución.  Como hacía el Maestro Hipócrates (460 – 370) cuando iba a las epidemias y estudiaba a los que no se habían contagiado para seguir por esa línea -ojo infectólogos balines que se dicen sus seguidores-…

Pues así, por ese simple método, es decir, encontrando a un político que nunca escuchó el canto de las sirenas, que no se volvió loco y que luchó y logró para su pueblo lo que parecía imposible, daremos con la clave para no volverse loco ni teniendo un gran Poder…

La Historia sólo registra a uno.  Gandhi, el Mahatma (1869 – 1948) que a diferencia de los políticos que andan comiendo de todo para quedar bien, siempre comió lo mismo…

No puedo dejar de mencionar a la Antigua Esparta, que durante IX Siglos fue un ejemplo de civismo y una potencia de primer orden en el mundo que, cumpliendo con el mandato de La Naturaleza de que todos somos el resultado de lo que hemos comido.  Todos, del rey para abajo, siempre comían exactamente lo mismo y en comedores públicos…

Aquí, ahora que los políticos andan en campaña, en un solo día pasan de los tacos, a los tamales y al pozolito donde se los prepararon y sería casi un insulto no probarlos.  Y luego se preguntan ¿Qué les pasó?

Ya de salida…

Pasándose la Constitución por el arco del triunfo, que dice que ningún ministro de culto puede participar en actividades políticas, pedirá registro como candidato a diputación por parte del partido Fuerza por México, el ex obi$po de Ecatepec, ¡¡Onésimo Cepeda!!…

No, no, no, por favor.  Ya párenle; ya entendimos que la democracia es mala como la carne de cochino.  Pero ahora sí no se midieron.  

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

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