En diciembre el gobierno mexicano declaró como información reservada el tema de adquisición de vacunas por los próximos cinco años, pese a la frecuencia casi diaria de Ebrard en las mañaneras informando sobre ese asunto y que el presidente informó el 13 de febrero que habría vacunas para todo México. Pero algo sucedió, porque el programa de vacunación sufre serios desfases por la continua interrupción del suministro de dosis inmunizadoras. Quizás por eso Ebrard ha tenido que organizar un periplo hacia India, China y Rusia en busca del abasto suficiente. Pero es un hecho: en apego a la Ley de Seguridad Nacional, la estrategia de vacunación contra la Covid-19 es “asunto de seguridad nacional”, luego entonces ya no hay acceso a documentos e instalaciones relativas al asunto. Sin embargo, no se entiende esa reserva porque diariamente fluye información sobre el número de vacunas aplicadas en tiempo real, sobre la cantidad de vacunas llegadas a México, como hoy mismo lo informó Ebrard sobre 6.4 millones de dosis enviadas vía COVAX. Salvo que la información “protegida” se refiera a que la tardanza en recibir las vacunas es debido a la ausencia de compromisos de compra-venta que debieron ser realizadas a su debido tiempo y tal sea la causa de las prisas de ahora.