La imagen del empresario Alonso Ancira la noche del lunes, cuando salió caminando del Reclusorio Norte de la Ciudad de México, era claramente la de un hombre poderoso que, tras haber sido perseguido, detenido y humillado con la cárcel, salía de la prisión tratando de demostrar que había ganado.
Vestido de traje oscuro, sin corbata y con un puro en la mano, el compadre de Carlos Salinas de Gortari se subió a su camioneta Mercedes de 3.5 millones de pesos con una enorme sonrisa en la cara.
La imagen que claramente quería proyectar el rey de Monclova era la de un potentado que sale de un restaurante de lujo en Polanco o en Las Lomas, después de una plácida comida con digestivos y coñac, más que la de un procesado que abandona el reclusorio para seguir su proceso bajo prisión domiciliaria.
Entre los encumbrados hombres del dinero -como también en los de la políticala imagen que proyectan lo es todo. Una ocasión escuché decir a un exitoso empresario del sexenio salinista, el mismo periodo en el que se encumbró Ancira cuando le entregaron, vía la privatización, la mayor empresa acerera del país, Altos Hornos de México, que “nunca debes mostrar que estás derrotado, aun cuando lo estés. Porque si te ven acabado te van a pisotear”.
Y eso fue justamente el mensaje que quiso mandar ayer Alonso Ancira: que aun cuando salió a través de una negociación con la FGR y se comprometió a pagar 216 millones de dólares como resarcimiento del daño por la venta de la planta “chatarra” de Agronitrogenados, en realidad ya recuperó su libertad.
Porque hasta ahora, más allá de las 50 propiedades que dejó en garantía, Ancira no ha pagado un peso a Pemex y el plan de pagos que hizo a tres años y que aceptó finalmente la FGR a cambio de su libertad condicional, era una propuesta que estaba hecha desde el año pasado por parte de sus abogados. Y aunque está obligado a pagar los 216 mdd, so pena de volver a ser detenido, los abogados del empresario ya empiezan a manejar la idea de que “nadie puede ser detenido dos veces por el mismo delito”.
Ancira en libertad se vuelve, sin duda, un enemigo peligroso para la 4T y el presidente López Obrador. Sus cercanías con Carlos Salinas de Gortari y con varios grupos políticos del PRI, de los que es promotor y financiero, no son sólo afectivas y políticas, sino también de negocios y complicidades.
Un dato que ilustra que entre el exdueño de Altos Hornos de México y el expresidente de México hay algo más que un compadrazgo, es que cuando se privatizó la mayor acerera nacional, durante el sexenio salinista, la primera presidenta del Consejo de Administración de AHMSA fue nada menos que la señora Cecilia Occelli de Salinas.
La animadversión que siente Alonso Ancira por el presidente López Obrador y su proyecto político no es ningún secreto y el propio empresario se encargó de vociferar y expresar la aberración que siente por el lopezobradorismo en varias entrevistas que concedió cuando estuvo detenido en España y en un testimonio que rindió ante la Audiencia Nacional de aquel país, el 10 de marzo de 2020, en el que se refirió al actual presidente como “el Hitler mexicano”, al señalar ante los magistrados españoles que lo escuchaban en la Sala Penal de Madrid, que “Andrés Manuel López es un mitómano del tamaño de Hitler”.
No va a pasar mucho para que veamos cómo empiezan a operar los grandes y poderosos enemigos de la 4T. Después del 7 de junio, si como se ve venir, Morena y López Obrador pierden su mayoría absoluta en el Congreso, los adversarios a los que López Obrador no se cansa de invocar como “conservadores”, “neoliberales” y “mafiosos”, empezarán a hacerse sentir y se van a ir con todo en contra de un Presidente que, inevitablemente, llegará tarde o temprano, como todos sus antecesores antes que él y como también le ocurrirá a sus sucesores, al ocaso inevitable y a la soledad del poder que se empieza a sentir después del cuarto año de gobierno, al que ya se acerca Andrés Manuel.… Los dados mandan Escalera Doble. Buen tiro.