Simple o complicado. Así se ve el panorama para los suspirantes a poner “todo su empeño” en una curul allá en San Lázaro, ahora que arrancaron las campañas para renovar al Congreso de la Unión.
Por un lado, se ve Simple, porque los candidatos de la alianza Va Por México, tienen todo para despacharse con la cuchara grande para exponer que son la mejor oferta electoral ante unos oponentes que, en su mayoría, busca la reelección, y un Presidente que si bien, es populachero, es seguro que ha decepcionado al grueso de la población que votó en contra del PRI, PAN y el PRD, y pensó en él como una opción o una esperanza y así se quedó: en esperanza… esperando…
Es Simple en especial para aquellos candidatos del gobierno en el poder porque se pueden montar en los apoyos para la tercera edad y cantidad de programas asistencialistas, pero que ninguno de ellos refleja desarrollo económico regional o tantito peor, nacional… al contrario.
II
Un buen termómetro sin duda para los candidatos a las curules de San Lázaro, podría ser el paseo simple, pero no por el centro de la cabecera distrital, sino en la colonia, en la comunidad o periferia o algún otro municipio que abarque su pretensión distrital. La primera prueba: ser reconocido por el elector. La segunda, es mantener la frente en alto. Es decir, que pueda recorrer calle, avenida, centros de reunión, sin temor a que alguien le reclame. ¡Ojo! No es lo mismo reclamar que ofender porque lo segundo, cualquiera… para lo primero, se necesitan argumentos, quizás pruebas…
Realmente son pocos los políticos a los que te podías encontrar en el cine, en el restaurante, en las compras… la pandemia varió un demasiado esto, pero el que se atrevía hacerlo (es exagerado el verbo “atrever”), era porque sencillamente sabe que puede ir de un lado a otro con la frente en alto… y sin guaruras.
III
La contienda por las curules no varía mucho de otras que ya hemos vivido… tenemos escenarios similares: partido en el poder y oposición. Lo nuevo, la alianza que deja de lado ideologías, colores y siglas, para concentrarse en algo que sólo es similar a lo ocurrido allá por el 88 cuando se constituyó un gran frente contra el Sistema… la unión de fuerzas para vencer a un poder enquistado y anquilosado que hizo que la palabra “Democracia” perdiera su sentido en cada elección. La diferencia, ahora, es que el Pueblo ya probó la alternancia… la diferencia ahora, es que con tan poco tiempo, el partido en el poder esté a meses de probar en carne propia, una de las máximas democráticas que desde inicios de este siglo, el ciudadano ha aprendido a emplear: el pueblo da… el pueblo quita.
Ya lo vivió el PRI… incluso, hasta lo dieron por muerto… ya lo vivió el PAN y se juega la broma que “se quedó con el cambio”… Morena ha de vivir su primera prueba de fuego en unas elecciones intermedias donde está en juego uno de los mayores poderes como es San Lázaro… el papel que cada legislador, sea del Sistema en el Poder o de la Oposición, ha de juzgarse hasta cierto grado en las urnas… el resto, de cierto modo, será un termómetro para medir el desempeño del presidente y paralelamente, igual el ejercicio de la oposición… en tres meses, sabremos los resultados… mientras, ¡que comiencen los juegos!