Está comprobado que el discurso político está pleno de situaciones encriptada y que, semejante a un iceberg, su esencia o mensaje casi siempre radica en la parte oculta. Así habría que interpretar el texto leído en redes por Sergio Hernández, a través del cual intenta explicar la decisión panista de no presentarlo como su candidato a la alcaldía Xalapeña. Como todo ciudadano a Sergio Hernández le asiste el derecho de aspirar a cargos de elección popular, pero para efectos prácticos amerita responder ciertas interrogantes: ¿su aspiración personal se corresponde con la realidad política del momento? ¿Su desempeño en su corta trayectoria política lo habilita para competir con éxito en esta campaña por la presidencia municipal de Xalapa? Obviamente, la visión subjetiva de Hernández pudiera inclinarlo a suponerse competitivo, pero, por otro lado, prevaleció el criterio de tres dirigencias partidistas, cuyo análisis final llevó la candidatura hacia otro actor político ¿estarán equivocados quienes así lo decidieron? La respuesta tal vez acierte con la ecuación: “tres cabezas piensan mejor que una”.