miércoles, diciembre 18, 2024

Vergel y Elizabeth, entre la farsa y el ridículo

Línea Caliente

Por Edgar Hernández

¡Rémoras del PRD y el PRI invaden el basurero moreno!

Cumplido su papel de esquirol de Morena, Juan Vergel Pacheco, regresa a lo de siempre, nada.

En igual medida está Elizabeth Morales quien en los últimos dos meses se la ha pasado brincoteando del PRI a Morena, de Morena a “Fuerza por México”, para luego dar una maroma doble e incrustarse en el partido de Elba Esther, Redes Sociales Progresistas, instituto vasallo de los morenos, donde también es repudiada por mañosa y mala sangre.

Los dos, políticos del cretácico tardío, exponentes de lo peor de la política veracruzana, son apartados al pretender repetir viejas prácticas de agandalle y maniobreo que en la era de la Fidelidad funcionaron con pingües dividendos, pero que hoy dejaron de funcionar.

Juan Vergel, quien había mantenido una imagen seria y combativa hasta antes de la aparición de Morena en Veracruz, de pronto se sintió el guapo de la política tras adjudicarse con Manuel Huerta Ladrón de Guevara, la paternidad de Morena, presumir además amistad de picada de ombligo con Marcelo Ebrard y ser aliado del dirigente nacional Mario Delgado.

Y por si fuera poco se erigió como la conciencia de Hipólito quien embobado le patrocina todas sus mafufadas.

Así, con esas prendas quiso envolver al gobernador, a su partido y a la opinión pública buscando zancadillear a Ricardo Ahued, para sustituirlo “porque las encuestas así lo dicen”, creando no solamente un foco distractor hacia el interior de Morena, sino encendiendo la alerta roja en México en donde se daba por sentado que el mensaje de Rocío Nahle, de parte del Peje, era ley.

Para Vergel, sin embargo, no lo fue.

Cilindreado por Manuel Huerta y con la venia de Cuitláhuac García, quienes odian rabiosamente a Ahued, le metió ruido al senador con licencia descalificándolo y madreándolo a través de la prensa maiceada.

La pretensión era abrir una seria incógnita sobre el futuro de Ahued en todos sentidos creando la percepción de que si rechazaba la candidatura perdía todo o ya candidato, en caso de ganar la alcaldía, también sería un perdedor.

Su plan fracasó resultante de una nueva insaculación interna donde la ciudadanía colocó a Ahued en primer término.

Hoy, según las encuestas hechas pública está a tres puntos arriba de David, pero según las de la alianza PAN-PRD-PRI está a dos puntitos arriba.

¿A quién creerle?

Por lo pronto los sondeos internos de los chairos le hacer ver a Vergel que no cuenta con la ciudadanía, ni con una parte de la militancia.

A pesar de ello el “digno” perdedor manda una misiva a los medios donde pide a sus simpatizantes que le entreguen sus votos a Ricardo Ahued, como si estos fueran cacahuates.

El caso Elizabeth.

Luego de dejar azufre a su paso por la administración pública de Xalapa, de ser la responsable que llegara a la diputación Cuitláhuac García, Elizabeth Morales García busca regresar a la política presumiendo, al igual que Vergel que tiene no muchos, sino muchísimos votos de sus seguidores.

De ser una simple animadora de Avanradio, transita a la diputación federal, la alcaldía de Xalapa, la presidencia de su partido el PRI, delegada del ISSSTE y otras instituciones federales que consiguió gracias al apoyo de Beatriz Paredes, semanas atrás decide abandonar el PRI que le dio todo lo que tiene… y más, para buscar meterse por la puerta grande de Morena.

“Sin mí no gana Morena”, le dijo a Gonzalo Vicencio quien la mete con fórceps a su partido -hay quien afirma que hubo una oferta que no podía rechazar misma que le hizo llegar a través de su particular-.

Elizabeth no contaba con el repudio de ese partido no solo a ella, sino al propio Gonzalo Vicencio a quienes terminan echándolos.

Maromera al fin, la Morales salta a otro partido “Fuerza por México” donde también la desplazan, pero ¿Cuál problema para una saltimbanqui experta en el engaño?

Así, al grito de ¡Juímonos!  y de la mano de Michelle, migra a “Redes Sociales Progresistas”, jurando al dirigente de este instituto político, Antonio Lagunes Toral, que trae todo el apoyo de Elba Esther Gordillo, mostrándole además una encuesta donde sostiene que es dueña de 22 mil votos de los jalapeños que la adoran y, por supuesto, una buena talega a disposición.

Lagunes Toral, que de menso no un pelo, pregunta al yerno de Elba Esther, Fernando González, dueño de la franquicia nacional del partido RSP, si era cierto que Elba Esther le había entregado el apoyo a Elizabeth y cuál sería la sorpresa, no era cierto.

Sin embargo, ya dentro de RSP, lo primero que hace esta mujer de cuestionada fama pública, fue incrustar a su vieja compañera sentimental Michelle Servín, quien pa´pronto empieza a moverse para colocar a sus piezas, construirle la circunstancia a Elizabeth para que alcance la alcaldía y de paso llevarse para sí, una diputación plurinominal.

Pero, más rápido que aprisa, Lagunes Torales sale al quite “destapando” para Xalapa a Enrique Domínguez, exalcalde de Úrsulo Galván y solicitando a Yolanda Martínez Márquez coordinadora distrital de dicho partido aclarara que “No aceptaremos imposiciones del Comité Nacional de Redes Sociales Progresistas para que una mujer sea la candidata a la alcaldía de Xalapa”.

Vergel y Elizabeth en menos de 72 horas quedaron fuera de la puja por Xalapa.

Así, de cara a su desgracia, acaso les convendría a Vergel y Elizabeth, se aliaran y  ya que aseguran tener en conjunto mas de 70 mil votos fundaran de rapidito un partido se lanzaran una como alcaldesa y el otro como vicealcalde y de paso nombraran a Michelle Servín, Alcaldesa Plenipotenciaria y a las “barbies”, alcaldesas asistentes.

Solo así sería posible que hicieran realidad su sueño.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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