Por Edgar Hernández*
¡Entra a la siguiente ronda con Pepe, Juan Manuel Diez y Nahle!
A muchos no gustó.
Pero a los más sí al registrar Xalapa una votación histórica que rebasó los 115 mil sufragios en favor de Ricardo Ahued, para una ciudad capital poco acostumbrada a esos números.
Que si fueron los programas sociales, que si fue el billete a los viejitos, que si fue el desgano de David, que si se pulverizó el voto, que si hubo movidas chuecas y que si él merecía ganar, pero no el huevonazo de Rafael Hernández Villalpando o las impresentables Ana Miriam Ferraez y Rosalinda Galindo, el punto es que arrasó.
Como buen puntero y con una buena fama personal de años atrás, Ricardo Ahued Bardahuil, de punta a punta se los llevó a pesar de ser objeto de cuestionamientos de toda índole.
Que se si resbaló en un charco, que si fue un rapaz en aduanas, que si le iba a sacar todos sus trapitos al sol Reynaldo Escobar -este sí gánster-, que si David Velasco, el día de la elección reclamó una victoria “tengo el 98 por ciento de las actas que avalan mi triunfo”, que si su planilla la había impuesto él o Cuitláhuac, el caso mes que el puntero fue sometido a una cascada de golpes bajos y altos, a campañas, campañitas y campañotas en las redes sociales.
Ahued, sin embargo, hizo su chamba.
Recorrió más de 150 colonias en donde expuso su plan de rescate en los temas de agua, basura, reordenamiento vial, cuidado ecológico y seguridad pública y proyecciones de hacia dónde pretendía llevar a Xalapa.
Evitó hacer convenios con medios; cuidó no agredir al adversario; no escupió para arriba y admitió la presencia de la burocracia en su favor en una megamarcha un fin de semana.
Mientras los nueve aspirantes a la presidencia municipal restantes no le daban tregua.
Por respuesta, evadió el debate y se concentró en lo suyo.
Una encuesta interna mandada a hacer por el propio Ahued al arranque de su campaña, lo colocaba 22 puntos arriba de su más cercano contendiente, David a quien no daba posibilidad alguna, así como al resto de los contendientes por la plaza, la llamada Joya de la Corona.
Para el más cercano, el de la Alianza PAN-PRD-PRI, David Velasco, desde el principio supo que no iba a ganar.
De hecho, cuando se dieron los primeros escarceos en la búsqueda de quien iría por la alianza en donde se perfilaba Sergio Hernández, David comentó a sus allegados “si va Ahued no juego”.
Se fue, sin embargo, a la contienda convencido por sus aliados, empresarios beneficiarios a futuro y la miel de amigos que lo rodearon.
Ya para la segunda semana de campaña y con dinero de los patrocinadores ejercido, decide romper convenios con los medios, bajarle el tono a los recorridos y mostrar desgano o cierto estado inconveniente.
Sabía que estaba bien pelado.
La figura de Ricardo Ahued levantaría no solo a su partido Morena, sino a los obligados perdedores por maletas y transas. Hipólito Rodríguez sale incluso beneficiado al no ser el centro del ataque de los jalapeños.
El atarantado alcalde saliente queda en posición de una salida digna, aunque tras la primera acción después de la jornada electoral adelanta muy orondamente la concesión de los parquímetros -trasciende que en favor de la familia Ferraez- lo cual provoca un serio enojo ciudadano y el desmarque inmediato del propio alcalde electo -esta madrugada le dieron su constancia de mayoría- Ricardo Ahued, quien es tolerante, pero no tonto.
Tras la victoria de Ahued de manera indiscutible se coloca en la fila de arranque rumbo al 2024.
A la pasarela solo tendrán acceso los ganadores.
Roció Nahle, al arrasar en su enclave, Coatzacoalcos, a través de su empleado, el candidato ganador Amado Cruz Malpica, y su trabajo de corte nacional, la coloca en la terna por la sucesión gubernamental.
En la misma circunstancia se ubica Juan Manuel Diez, al arrasar en Orizaba y consolidar su prestigio no solo entre su pueblo, sino a nivel estatal y se coloca como bandera guía de la alianza PAN-PRI-PRD.
Pepe Yunes, como el ave fénix resurge a pesar del empeño moreno por robarle la victoria con campañas de difamación y una sospechosa alteración de los números del PREP el día de la votación que lo ubicaron en tercer lugar hasta la tarde de ese día en que empezaron a nivelarse los números.
Sería hasta las 3 de la mañana del día siguiente en que se consolida su triunfo con 6 puntos arriba de su más cercana, una desconocida de Morena de nombre Carmen que nunca se paró por el distrito electoral.
Pepe Yunes saca boleto, antes tendrá que sacar al PRI del marasmo en que lo tiene enquistado Marlon Ramírez y sus carroñeros.
Esos son, pues los visibles rumbo a la sucesión gubernamental dentro de tres años, mismos que aún no terminaba en conteo cuando la cargada ya asomaba para apapacharlos y sumarse.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo