Por su naturaleza intrínseca, un equipo de trabajo orientado al servicio público se mide por los resultados de su gestión, lo cual le imprime una dinámica diferente a la administración de empresas de carácter privado. La administración pública se rige por un marco normativo acorde a sus fines, no de lucro sino de servició público y corresponde a quienes la encabezan medir la eficiencia, la eficacia y la productividad en términos de resultados en el cumplimiento de planes y programas operativos anuales. De allí su dinamismo, que por cierto está sujeto a veleidades de todo tipo, entre ellos de manera fundamental las circunstancias políticas. Por esa condición, nada extraño parece que las elecciones intermedias, siendo como son, un termómetro de la percepción ciudadana respecto a su gobierno, influyan en reacomodos al interior de un equipo de gobierno. De allí la especulación acerca de posibles cambios en el gabinete de AMLO ¿quiénes se van y quienes llegan? Está por demás recordar que en México la sucesión presidencial empieza a acomodarse después de la elección intermedia. Ya veremos.