Línea Caliente
Por Edgar Hernández*
¡Sus alianzas y negocios con Gómez Cazarín, Jorge Carvallo y Marina Garay!
Cuando en el 2017 el aspirante presidencial Andrés Manuel López Obrador visitó San Andrés Tuxtla y preguntó por qué se distinguía esta rica reserva natural desbordada de manglares y parte de la reserva del agua de la república, la respuesta ciudadana fue porque era el municipio que tenía más cantinas que escuelas en el país.
Nunca imaginó que más de 600 expendios de cerveza y cantinas constituían el atractivo de la región.
Y todo se debe a que un mal día llegó a San Andrés, procedente de Hueyapan de Ocampo, un comerciante fracasado, Rafael Fararoni, a quien aconsejaron se dedicara a vender ampolletas, pero de cerveza.
Así, al paso de los años se convirtió en el mejor vendedor de cervezas y bebidas enervantes de los Tuxtlas, en el hombre más rico de la región.
Rafael Fararoni Mortera, conocido como “Fallo Coronita”, ya con dinero, otro mal día para la ciudadanía, decide meterse a la política y a la radiodifusión. De juego sucio y proclive a la traición combina la cosa pública con el negocio.
En realidad, el sujeto de marras, es un personaje con poco aprecio a la amistad y menos a la lealtad quien luego de ser encumbrado en la Presidencia Municipal de San Andrés Tuxtla, por la Diputada Federal y exalcaldesa, Marina Garay Cabada -esta mujer que recién fue secuestrada y liberada de manera por demás sospechosa luego de millonario pago- terminaría traicionándola como lo hizo con el PRD, que lo llevó a la municipalidad.
Es así como Fararoni se convierte en el zar de la cerveza y el dueño de la política de la región.
El último censo comercial -copia en poder de este reportero- lo ubica como propietario y/o distribuidor de cervezas y bebidas embriagantes en 692 establecimientos en San Andrés Tuxtla.
Este fino amigo encontró asimismo que los mejores expendios de cerveza fueron los que ubicaba en las proximidades de las escuelas y que los jóvenes y varones en extrema pobreza son los mayores consumidores.
Su filosofía es que, a mayor pobreza y analfabetismo, más negocio.
Así, luego de haber dejado endeudada a la Administración Municipal de San Andrés Tuxtla cuando fue alcalde, se amarra con Morena, hace negocios con el diputado Juan Javier Gómez Cazarín y a su viejo protector, Jorge Carvallo Delfín, quien le permitió años atrás la expansión del negocio, lo manda al carajo.
Los sanandrestuxtleños aún recuerdan al “Fallo Coronita” quien con recursos municipales se dedicó a realizar sus tres magnas obras, la primera fue la reconstrucción de sus oficinas en la agencia corona; la segunda la apertura de más de 300 “Modeloramas” y la última donde se le paso la mano, fue por autorizar para su empresa, más de dos mil anuencias municipales para vender licores y cervezas.
Una vez concluido su periodo municipal y ya con el negocio fortalecido, y al amparo de las nuevas autoridades, se dedica a evadir impuestos por la venta de bebidas alcohólicas en sus centenares de expendios.
El trato fue simple.
Ofrecía al edil en turno autorizara reportes de ventas menores de cervezas y alcohol a cambio de un moche que para el alcalde al paso de los meses y años se convertía en generosa alcancía.
Y ni cómo parar la prosperidad de “El Coronita”.
Siendo cómplices las autoridades municipales que incluso autorizan más permisos para cantinas que se ubican cerca de centros escolares, el negocio creció y creció despertando, incluso, el interés de Morena por participar en el bisne.
Es así como se teje la nueva alianza política financiera de Fararoni con Morena que por estos tiempos se traduce en la entrega de una candidatura a su hijo Rafael Fararoni Magaña, bajo las siglas del Partido Verde.
El chavo fue registrado semanas atrás como candidato a la diputación local por el distrito XXV, que abarca los municipios de San Andrés Tuxtla, Catemaco y Hueyapan de Ocampo, por el Verde, que en estas elecciones intermedias va en alianza con el Movimiento de Regeneración Nacional y el Partido del Trabajo.
Habrá que recordar que este muchacho Fararoni Magaña, estuvo a punto de perder la vida la madrugada del domingo 4 de septiembre de 2017 luego de protagonizar un aparatoso accidente en el municipio de Boca del Río, al impactar la camioneta Durango placas de circulación YHT9999 del Estado de Veracruz contra un anuncio.
El reporte vial indica probable exceso de velocidad, pérdida del control del vehículo y el conductor en total estado de ebriedad, como las causas principales de este accidente.
Toda una historia de familia la de los Fararoni.
Toda una leyenda la de “El Coronita”, hoy moreno que, de nuevo a base de traiciones busca seguir haciendo negocios embruteciendo a su pueblo.
Tiempo al tiempo.*Premio Nacional de Periodismo