En la elección de 1964, cuando se eligió presidente a Díaz Ordaz (1964-1970), cuando por vez primera se dio cabida a los “diputados de partido”, nacidos de una reforma constitucional en el gobierno de López Mateos (1958-1964) para propiciar la llegada de legisladores emanados de los partidos de oposición (20 como máximo) tomando en cuenta el número de votos recabados. Eran tiempos de la hegemonía priista cuando el PRI ganaba o ganaba. Con ese procedimiento fueron diputados principalmente los cuadros directivos de esos partidos, un método sutil para mantenerlos en calma. Fue en la Reforma Electoral de 1977 del presidente López Portillo (1976-1982) donde se diseñó la figura de diputados de mayoría relativa y de representación proporcional, se puso en práctica en la elección federal intermedia de 1979. Así, 200 diputados y 32 senadores no son elegidos por elección directa (luego vinieron 32 senadores de primera minoría). Durante su campaña, en 2012, Peña Nieto ofreció reducir el número de estos legisladores, no lo hizo; ahora lo propone el presidente López Obrador y seguramente con el apoyo de los legisladores de su bancada será aprobada y esa figura en su totalidad pasará a la historia o habrá matices en la reducción del número de diputados y senadores. No pasará mucho tiempo para comprobarlo.