Sin tacto
Por Sergio González Levet
En el registro de las cifras electorales para la Legislatura estatal, Morena se ha alzado con un increíble triunfo que le da la mayoría absoluta y le permite con sus aliados alcanzar la mayoría calificada (75 por ciento de los votos, es decir, 38 diputados), con la que podrían mayoritear para modificar a su antojo la Constitución de Veracruz.
Eso en cuanto a la cantidad, que representa una ventaja numérica similar a la que la tuvieron en la actual Cámara, pero que desaprovecharon porque la corte federal les echó para atrás, por mal hechas, decenas de reformas, entre ellas las que los cuitlahuistas consideraban cruciales, como la electoral.
Y si en la cantidad lograron su cometido, en la calidad de los oponentes que tendrán hay todo un foco rojo, porque la oposición tendrá parlamentarios con experiencia y peso político.
Por el lado del PAN, que será la primera minoría, los hombres de Cuic y de Ball Eigth tendrán como arietes opositores a Enrique Cambranis, todo un referente dentro del panismo nacional; a Nora Lagunes, que manejará con maestría el tema de la equidad de género, y al combativo Bingen Rentería, que representa dignamente a un grupo poderoso, que representa una corriente dentro de Acción Nacional.
No se ve por el lado de la bancada morenista a diputados que puedan imponerse en discusiones serías a estos genuinos representantes partidistas.
Y si los panistas son un dream team, por el lado del PRI tienen también un trabuco:
Primero, Marlon Ramírez Marín, el actual dirigente estatal, que posee una larga hoja de servicios para su partido.
Añada usted a Anilú Íngram Vallines, quien fue presidenta de la mesa directiva del Congreso estatal y tuvo una brillante participación como diputada federal.
Y por último a un verdadero referente camaral: Héctor Yunes Landa (más que un Héctor, un Aquiles impresionante), varias veces diputado y una senador, que será todo un piedrazo en el zapato de los morenistas y sus aliados.
Estos seis diputados solamente son capaces de revertir muchas de las triquiñuelas legislativas que acostumbran los morenistas en Veracruz.
El Góber Cuitla y sus asesores y operadores tendrían que ponerse a estudiar seriamente y buscar el consejo de los líderes paternales de su partido para no hacer peores ridículos que los que hicieron en estos tres años de Legislatura afín.
Pero la verdad no sé ve por dónde vayan a aprender esas cabecitas duras.