Sociedad 3.0 /Agencias
La epidemia por COVID-19 no ha terminado y el gobierno federal se mantiene monitoreando, vigilando y respondiendo a cada variación que se pueda presentar en los distintos escenarios, afirmó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez.
Al encabezar la última de 450 conferencias de prensa diarias para informar sobre la pandemia, resaltó que las autoridades sanitarias del país seguirán comunicando a través de diversas vías, para mantener informada a la población permanentemente.
Garantizó que el gobierno mantiene el compromiso de transformar el Sistema Nacional de Salud para el acceso universal a la atención gratuita y de calidad, más allá de la emergencia sanitaria.
Actualmente, la ocurrencia de casos nuevos de SARS-CoV-2 es comparable con lo que se registró en la segunda o tercera semana de abril del 2020, con la diferencia de que ahora la tendencia es la baja, en lugar de ir al alza, afirmó.
Aseguró que existen dos escenarios sobre la epidemia, el primero es que se extinga y el otro es que la enfermedad deje de ser pandemia para convertirse en un padecimiento estacional, es decir, que se presente en temporadas específicas del año como sucede con otras enfermedades respiratorias.
Explicó los tres pilares que se pusieron en práctica para atender COVID-19: mitigación, reconversión hospitalaria y vacunación, que son experiencias probadas en el mundo aplicadas en México para pandemias como la Influenza AH1N1.
Recordó que desde el 27 de febrero del 2020, cuando se detectó el primer caso de COVID-19, inició el seguimiento de personas con sospecha de contagio, sus contactos y movimientos para rastrear probables contagios. El 13 de marzo de ese año se puso en marcha la fase de mitigación con la Jornada Nacional de Sana Distancia que evolucionó en julio del 2020 a la Nueva Normalidad y la entrada en operación del Semáforo de Riesgo Epidémico.
Posteriormente, inició la etapa de reconversión hospitalaria que permitió incrementar siete veces el número de camas generales y 6.5 en camas con ventilador para estar siempre por arriba de la necesidad. Cuando empezó este proceso, el país contaba con poca capacidad para atender la emergencia sanitaria, resultado de un sistema de salud abandonado en el pasado y que mostró la urgente necesidad de fortalecerlo ante emergencias futuras, agregó.
A lo largo de estas etapas operó la estrategia de comunicación de riesgos, que incluyó las conferencias de prensa realizadas por 15 meses, además de otras acciones para informar a la sociedad sobre la situación de la pandemia.
El director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), Ruy López Ridaura, recordó que México cuenta con la disponibilidad de siete vacunas seguras, eficaces y de calidad, autorizadas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Afirmó que se continuará informando sobre el arribo de vacunas, su aplicación en las 32 entidades federativas y la vigilancia epidemiológica de los eventos supuestamente atribuibles a la vacunación e inmunización (Esavi).
En este sentido, continúa el Programa Nacional de Vacunación conforme los ejes de priorización que recomienda el Grupo Técnico Asesor en Vacunación (GTAV), con base en grupos etarios y necesidades de reapertura de actividades como las educativas, así como la próxima aplicación de dosis el sector turístico y en la frontera norte del país.
López Ridaura dijo que el éxito de la aplicación de las vacunas ha sido por la participación y coordinación de las Brigadas Correcaminos y los gobiernos de los estados; en fechas próximas se anunciará la vacunación de las personas de 18 a 39 años.
El titular de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE), Gustavo Reyes Terán explicó el proceso de reconversión en 13 institutos nacionales, seis hospitales federales y siete hospitales regionales, donde además de atención a pacientes COVID-19, se dio especial seguimiento a la investigación sobre el virus para contar con tratamientos especializados.
Ocho equipos de la CCINSHAE trabajaron en la reconversión de unidades COVID, capacitación del personal médico, fortalecimiento de los sistemas de referencia y contrarreferencia de pacientes, dotación de equipamiento para profesionales de la salud, investigación sobre la enfermedad, tratamientos y servicios de salud mental para personal de primera línea de atención.
Aclaró que el concepto de reconversión hospitalaria se refiere a la adecuación de áreas diferentes a las unidades de terapia intensiva para adaptarlas a pacientes que pudiesen requerir ventilación mecánica por enfrentar una condición crítica, lo que supone además la instalación de sistemas y equipos médicos especializados, acciones que no funcionarían sin la presencia de personal capacitado para su operación.
Para el proceso de reconversión desde la CCINSHAE se realizaron cursos de capacitación para personas capacitadoras que a su vez ayudaron en la profesionalización del personal de primera línea de atención, afirmó Reyes Terán.
Comentó que la Estrategia Nacional de Vacunación ha permitido disminuir la necesidad de internamiento y la perspectiva es mantener la capacidad de camas ante nuevas oleadas de contagios, garantizar la atención de pacientes que puedan desarrollar síndrome pos-COVID y de alta especialidad en pacientes no COVID.
Una de las mayores secuelas que podría dejar la pandemia es por el uso inadecuado de los antibióticos, a nivel nacional e internacional, que podría resultar en la selección de bacterias resistentes a múltiples fármacos. Es un problema de salud pública que desde antes de la pandemia se había descrito y después de la pandemia quizá sea un problema de mayor magnitud.
También se refirió a las acciones realizadas por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) para acompañar los servicios médicos durante la pandemia y garantizar el acceso a medicamentos e insumos, en coordinación con la CCINSHAE y las autoridades sanitarias de los estados.
El Insabi fortaleció 472 hospitales en las 32 entidades federativas, con lo que se logró la adaptación de 11 mil camas y se contrató a casi 20 mil profesionales de la salud, de los cuales 30 por ciento son médicos y médicas y el resto personal de enfermería y laboratorio.
En su participación, la directora de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Célida Duque Molina, afirmó que el proceso de reconversión comenzó el 27 de febrero del 2020. Un año después, el 13 de febrero contaban con 19 mil 999 camas en 232 hospitales del Instituto. Actualmente solo el 25 por ciento está ocupado.
Explicó que la reconversión en el IMSS fue resultado de la apertura anticipada de hospitales y la expansión de 16 unidades no hospitalarias, de tal forma que la disponibilidad de camas siempre estuvo por encima de la demanda de atención y con la infraestructura necesaria para los servicios administrativos, clínicos y de personal médico.
Finalmente, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud agradeció al personal, instituciones, poderes de la Unión, gobiernos de las 32 entidades federativas, medios de comunicación y, sobre todo a la población por su solidaridad, unión y fortaleza para enfrentar cualquier embate.
También agradeció el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador y del secretario de Salud, Jorge Carlos Alcocer Varela, por la apertura de este esquema de comunicación amplio, abierto y fundamentado en la evidencia, que es indispensable para enfrentar una crisis sanitaria.
Con información de Salud México