Por Edgar Hernández*
¡El OPLE en el ojo del huracán!
Herederos al fin de las viejas mañas priistas, la versión remasterizada de Morena, ya más tosca, sigue despertando dudas sobre la limpieza electoral impuesta a una oposición partidaria decadente.
Ya van siendo muchas las irregularidades denunciadas al igual que el corrimiento de las plastas de maquillaje que dejó la operación electoral del pasado 6 de junio, en donde ejércitos de “Siervos de la Nación” indujeron el voto asociándolos a los programas sociales.
En el mismo sentido las huestes morenas movilizaron a la tercera edad amenazada con perder el dinero que reciben mensualmente si se atrevían a traicionar la causa de Morena.
La jornada del 6 se junio se caracterizó asimismo por la compra masiva de votos y desde los sótanos del poder con auxilio de consejeros del OPLE, manipularon cifras y embarazaron urnas de manera escandalosa.
En los municipios resistentes enviaron a la Guardia Nacional para quitar el armamento a las policías locales y dejar que la mapachería el campo libre.
El PREP también ayudó adelantando ventajas inexistentes y el INE de plano se hizo de la vista gorda para que se consumara la elección de Estado.
¿Dónde quedaron los observadores electorales? Pues, en ningún lado porque no aparecieron o no llegaron al escenario comicial.
No hubo cuidado en las formas.
Simplemente cumplir con la encomienda, arrasar sin freno ni medida; actuar como mafia delincuencial mandando al carajo el protocolo electoral y polarizando sus encomiendas vía amenazas, advertencias a candidatos de ir contra sus familias y aventarle a la ciudadanía al crimen organizado gran ganador de la contienda.
Todavía en la víspera de las elecciones, como apuntaba en mi última entrega, el presidente López Obrador vino a Veracruz. “Estuve durante mi gira por el norte de Veracruz y veía unos carteles espectaculares PRI-PAN-, ya no digo otros, juntos ¡Que bárbaros!”; le parecía inconcebible que se aliaran.
Sin embargo, para él no es una barbaridad la alianza, chanchuyo y chantaje del Partido Verde, ni la sumisión del PT, ni la simulación del Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, grandes beneficiarios financieros de la 4T.
Inadmisible para el Peje que se haya perdido el corredor Veracruz-Boca del Río a manos de los Yunes, no así las trampas en Coatzacoalcos, Minatitlán y todo el norte y centro del estado.
Su encabronamiento es tal, que exige que una torre que se construye en el centro histórico del puerto bajo el mando municipal de Fernando Yunes, sea mochada ¡porque está muy alta!
El edil ya presentó las pruebas de legalidad, en las que incluye las del INAH, pero aun así se exigen nuevas revisiones para rebanar el edificio que ni siquiera es de la familia Yunes, sino de un consorcio empresarial.
Para el resto del estado, la cascada de denuncias llegó a los tribunales.
Con pruebas aspirantes presuntamente ganadores demuestran como hubo casos en donde votaron mas muertos que vivos; que muchos electores votaron hasta 11 veces, los mismos que no permitían descubrir su rostro semioculto con tapabocas so pretexto de la pandemia.
Luego la tosquedad del gobernador Cuitláhuac García de pasearse por comederos municipales y centros comerciales para recibir la “gratitud” de la gente por la “limpieza” de las elecciones.
El muestreo, gira del triunfo del gobernante, concluye este lunes al invitar a los alcaldes entrantes a no juntarse ni entregar las plazas al crimen organizado cuando un hilillo de sangre corría por las comisuras de sus labios.
Todo un espectáculo el episodio electoral.
Vaya, y encima de que OPLE ayudó y quedó bajo sospecha, los morenos insaciables han desatado una campaña de golpeteo en las plazas municipales donde perdieron, sumada a la advertencia de parte del gobernador de regresar a la Reforma Electoral para desaparecer los Consejos Municipales del OPLE ¡Increíble!
Están demasiado hambreados. Están en el carro completo y hasta se atreven a sostener para el caso Xalapa, que mejor hubieran puesto a Dorheny García, prima hermanda del gobernador. Ella era la “buena” ya que la plaza estaba garantizada pusieran a quien pusieran.
“¿Si ganaron el huevonazo de Rafael Hernández Villalpando Ana Miriam Ferraez y Rosalinda Galindo, por qué no Dorheny? se preguntaba en Palacio tras los resultados tan avasallantes.
Pero no hubo mas remedio que aceptar a Ricardo Ahued, quien traía todo el apoyo de López Obrador, un aval ganado por su imagen y porque representaría, como lo fue, la cara honesta de Morena en Xalapa en donde el repudio es total a Hipólito Rodríguez.
El factor Fidel.
De nueva cuenta la sombra de Fidel Herrera Beltrán se hizo presente el pasado 6 de junio ahora representada por su hijo Javier quien a través del partido Verde y con el apoyo de priistas “prostis” como el “Cabeza de Lata” y parte del Comité Directivo del PRI estatal, consumaron un efecto parecido al de 2018 de migración del voto priista a Morena y el Verde.
Todo un entramado hoy puesto al descubierto por una sociedad civil mas despierta que no se traga eso del “carro completo”.
Tiempo al tiempo.
Pd.- Esta columna abre una pausa, pronto estaremos de regreso con nuevos bríos. ¡Gracias!
*Premio Nacional de Periodismo