Después de debatir si el presidente Andrés Manuel López Obrador es en realidad un riesgo para la democracia en México el diario estadounidense The Wall Street Journal celebró el fracaso de Morena en la Cámara de Diputados y la Ciudad de México tras las elecciones del 6 de junio.
En el artículo ‘México controla el poder de AMLO‘ el periódico afirmó que son “buenas noticias” que la ciudadanía mexicana haya despojado al partido del presidente y su coalición de su mayoría en la Cámara Baja, hecho que calificó como “una dura reprimenda”.
«El resultado debilita a AMLO y sus ambiciones de una ‘Cuarta Transformación’ radical de México”, sostuvo.
WSJ expuso que aun y con la alta participación electoral el 6 de junio, que alcanzó 52 por ciento, “los candidatos de Morena recibieron una paliza” pese a que la mayoría apoyó a López Obrador en 2018 para llegar a la Presidencia de México.
Enfatizó que el presidente perdió mucho en la Ciudad de México, entidad que gobernó de 2012 a 2015.
Agregó que aunque en coalición ganó alrededor de 10 de las 15 gubernaturas en disputa Morena tendrá que conformarse con una pluralidad en la Cámara de Diputados.
Es ahí donde necesitará la cooperación del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) al que definió como “un partido contratado”.
«La ambición de AMLO de reescribir la Constitución, ya sea para revertir la liberalización del mercado, especialmente en energía, o centralizar el poder en la Presidencia, se vuelve mucho más difícil”, advirtió.
The Wall Street Journal aseveró además que la imagen de ‘caudillo popular’ de López Obrador también se vio afectada, y que aunque ello no lo hace un ‘pato cojo’ sí deja abierta, extraoficialmente, la campaña presidencial de 2024.
Respecto a la oposición, el medio estadounidense opinó que su éxito parcial se debe a la decisión del PRI y PAN de aliarse y luchar por refutar las acusaciones del propio presidente de que son parte de un sistema corrupto.
Para WSJ la votación de las elecciones intermedias sugiere que los mexicanos aún prefieren el pluralismo y la democracia en lugar de la vuelta al Gobierno de un “hombre fuerte” como los 71 años vividos bajo una ‘autocracia represiva’.
«Si AMLO quiere dejar un legado de progreso en la segunda mitad de su Presidencia, reconocer este mensaje del pueblo mexicano es el punto de partida”, concluye.