viernes, noviembre 22, 2024

El túnel de la ignominia

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Una de las obras emblemáticas de la irrefrenable corrupción e ineptitud característicos de los periodos de gobierno 2004- 2010 y 2010-2016, en nuestra entidad, ha sido el famoso “túnel sumergido” entre Coatzacoalcos y Villa Allende, cuyo costo de construcción tuvo una sustanciosa variación entre lo originalmente anunciado y su costo final, y, peor, para concluirla, por insolvencia económica del gobierno, fue concesionada por 40 años a una empresa particular, dejando sin utilidad el gran monto de dinero allí gastado. Esta dramática historia comenzó en el último año de gobierno de Miguel Alemán Velasco, cuando el 23 de noviembre de 2004 Porfirio Serrano, Secretario de Desarrollo Regional, informó a los diputados locales acerca de un proyecto de túnel sumergido, listo para ser licitado. Pero fue Fidel Herrera quien, en su gira de septiembre de 2005 por España “promovió” esa obra, y el 6 de diciembre aseguró que gestionaría ante PEMEX y el gobierno federal la aportación de 170 millones de pesos para iniciar la construcción del túnel y la rehabilitación del puente Coatzacoalcos I. Produce desazón retrotraernos a aquel asunto por los desaciertos y mentiras difundidas en caudalosos ríos de tinta. Pero en 2010 concluyendo el gobierno de Fidel Herrera la construcción del túnel estaba detenida ya hacía seis meses, aunque Enrique Carmona, coordinador de administración y finanzas del Fideicomiso de esa edificación, ofreció concluirla en 2012, pues llevaba “un avance significativo”; una obra que en 2004 se anunció a un costo de mil 700 millones de pesos, para 2011 ya se valuaba en dos mil 700 millones de pesos.

Enoc Castellanos, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Coatzacoalcos denunció en 2011 el derroche de dinero público y que la región se había “convertido en cementerio de tres grandes proyectos oficiales, que han costado a la Federación cantidades inimaginables de dinero público (debido al) derroche de los recursos públicos, al saqueo, a la corrupción que encierran la promoción y desarrollo de proyectos y que luego se abandonan a medias. Hay tres proyectos fallidos son la construcción de un nuevo puerto, de un distribuidor vial a la zona portuaria y el túnel sumergido (pero), todo ha quedado en un sueño guajiro que ha costado al erario público millones de millones de pesos”. Para 2011 Fidel, emulando al Jibarito, ya se había ido “loco de contento”, La Auditoria Superior de la Federación, en su revisión de la Cuenta Pública de 2019  dictaminó: “el Gobierno del Estado de Veracruz no cumplió con las disposiciones normativas aplicables a la planeación, presupuesto, licitación, contratación, ejecución y pago, como se precisa en los resultados con observación que se presentan en el informe, donde destacan los siguientes, por ejemplo, se suscribió un contrato de autorización con la concesionaria sin que se haya prorrogado la vigencia que le dé certeza jurídica a las partes; no se comprobó que el proyecto ejecutivo incluyera la responsiva del Director Responsable de Obra y de los Corresponsables en Diseño Urbano, Arquitectónico, y en Seguridad Estructural e Instalaciones.  No se ejerció el capital de riesgo, no obstante, se manifestó insuficiencia de recursos para la continuación de la obra, ni se hizo válida la garantía de terminación de la misma otorgada.” Cuatro fueron los Secretarios involucrados y ninguno dio pie con bola. Guillermo Herrera Mendoza anunció que antes del 15 de marzo de 2011 el gobierno estatal iniciará los trabajos de construcción del túnel sumergido que debería concluirse en noviembre del 2012, con una inversión de alrededor de 3 mil millones de pesos, según dijo los trabajos llevaban un avance del 65% y restaban por aplicar 1,480 millones. El 2 de enero de 2012 el Secretario de Comunicaciones, Raúl Zarrabal, aseguró que ese año concluiría el túnel. Pero, según el cuento oficial, el 26 de julio de 2013 registraba un avance del 90 por ciento, por lo que se estimaba concluirlo para julio del 2014, eso aseguró Francisco Valencia García, otro Secretario de Comunicaciones del estado. En octubre de 2013 el Secretario de SIOP, Gerardo Buganza, admitió que la construcción del Túnel Sumergido de Coatzacoalcos estaba parada porque el concesionario de la misma ya no tenía recursos para continuarla. Entonces Mauricio Audirac Murillo, de Finanzas, entró al quite y aseguró que quedaría concluido en mayo o junio de 2014.  Para ese entonces, la ASF indicó que hasta 2010 se había reportado un aumento de 51.8 por ciento en el costo de la obra… “Sólo después de la Estela de luz, el túnel sumergido de Coatzacoalcos es la obra que más ha incrementado su presupuesto original”. Anunciado en 2004 este proyecto se concluyó hasta 2017 cuando, a despecho del dinero público gastado en esa obra, Carlos Slim entró al quite con su empresa Impulsora del Desarrollo del Empleo en América Latina y resultó la concesionaria que acaba de anunciar un incremento en las tarifas para cruzar bajo el río Coatzacoalcos a Villa Allende, una distancia de 1. 6 kilómetro, 828 metros sumergidos. Poco más de 5 mil millones de pesos aportados por el pueblo de Veracruz contemplan esa obra, y pese a todo todavía hay que pagar por hacer uso de ella. Aunque usted no lo crea.

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