Ingrid Betancourt, la ex candidata presidencial que estuvo secuestrada más de seis años por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), anunció el martes que buscará nuevamente la presidencia de su país.
El anuncio ocurre casi dos décadas después del secuestro de Betancourt por las hoy extintas FARC mientras hacía campaña por la presidencia de Colombia por el Partido Verde Oxígeno, un grupo que ella fundó cuando era congresista.
“Hace exactamente 20 años fui secuestrada como candidata», dijo Betancourt en Bogotá. «Hoy estoy aquí para terminar lo que empecé, con la convicción de que Colombia ya está lista para cambiar de rumbo”.
Betancourt pasó seis años en cautiverio en los campamentos de la guerrilla en la jungla amazónica, donde en ocasiones los rebeldes la ataban a un árbol con cadenas para evitar que escapara. Durante ese tiempo se hicieron públicos algunos videos de ella como prueba de vida, y en los cuales la política pedía a las autoridades investigar las circunstancias que llevaron a su secuestro y pedía al gobierno reanudar las pláticas de paz con las FARC.
La excandidata se convirtió en un símbolo de campañas internacionales que buscaban el reinicio de pláticas de paz en Colombia y la liberación de otros secuestrados por las FARC.
Su secuestro terminó en 2008 a través de una operación militar, en la cual soldados colombianos disfrazados de personal humanitario la rescataron junto con otros 14 secuestrados, sin disparar un solo tiro.
Betancout se retiró de la vida pública después de su liberación. Mucho de su tiempo lo pasó con su familia en Francia.
Sin embargo, regresó a la escena política de Colombia el año pasado, en momentos en que el país comenzaba a prepararse para las elecciones presidenciales de mayo.
Betancourt competirá por la presidencia inicialmente dentro de la Coalición Centro Esperanza, conformada por un grupo de políticos que se han unido para elegir una candidatura única. En la baraja de esta coalición están otros políticos como Sergio Fajardo, quien en las pasadas elecciones presidenciales quedó en el tercer puesto con 4,5 millones de votos; Alejandro Gaviria, exrector de la Universidad de los Andes; y Juan Manuel Galán, hijo del candidato presidencial asesinado en 1989 por oponerse a los carteles del narcotráfico.
″Íngrid renueva la oferta de esta Coalición de la Esperanza que está un poco estancada desde el principio de la campaña con muchas negociaciones internas”, dijo a The Associated Press Yann Basset, analista político y profesor de la Universidad del Rosario. “Se les ha reprochado mucho solo tener hombres blancos, de clase alta, con muy poca diversidad, entonces el hecho de tener una mujer con posibilidad puede ser interesante porque ninguno de los otros precandidatos ha generado mucho entusiasmo”, agregó.