Agencias/Sociedad 3.0
En Argentina, se filtro un video en el que se puede observar a un hombre condenado a cadena perpetua y una jueza penal a los besos. La magistrada Mariel Suárez enfrenta una investigación que podría resultar en su destitución.
El 22 de diciembre, Mariel Suárez, una jueza de Comodoro Rivadavia, integró un tribunal que encontró culpable a Cristian ‘Mai’ Bustos del asesinato de un policía, delito cometido en 2009. Aunque el detenido fue condenado a cadena perpetua, Suárez votó en desacuerdo, ya que solicitaba una pena menor
Unos días después, el 29 de diciembre, la jueza visitó el Instituto Penitenciario de Trelew para entrevistarse con el recluso ‘Mai’ Bustos. Una cámara de vigilancia captó el encuentro entre la magistrada y el prisionero, la cual filmó varios momentos de cercanía física con el reo, incluyendo abrazos, una selfie y, lo que parece ser un beso.
La “conducta inapropiada” de Suárez fue expuesta por un oficial de la penitenciaría, lo que motivó al Superior Tribunal de Justicia de Chubut a iniciar actuaciones sumarias administrativas en contra de la jueza. Así lo narró en un comunicado de prensa:
«A raíz de una comunicación formal dirigida a los ministros de la feria se tomó conocimiento de un encuentro requerido por una jueza penal de la circunscripción Comodoro Rivadavia y un recluso alojado en un centro penitenciario, considerado de alta peligrosidad y recientemente condenado en el marco de un juicio oral y público”.
Antecedentes de Bustos y Suárez
Cristian Bustos es un hombre que enfrenta dos cadenas perpetuas, la primera, por matar a su hijo de apenas nueve meses de edad cuando estaba a su cuidado. Este crimen fue cometido en 2005, por el cual fue sentenciado a pasar el resto de su vida en prisión. Dos años después se dio a la fuga pero luego fue ubicado de nuevo en 2008 en un pequeño pueblo llamado Corcovado. Tras un intercambio con armas de fuego, un policía resultó muerto y otro herido de gravedad. Bustos volvió a escaparse.
En 2015, Bustos fue localizado de nueva cuenta, pero ahora en Chile. A raíz de un operativo conjunto de la Interpol y los Carabineros, Bustos fue detenido, pero no sin antes resistirse al arresto con violencia. Bustos fue extraditado a Argentina para enfrentar el cargo por homicidio de un oficial de la policía y demás lesiones suscitadas en su intento de aprehensión.
Mariel Suárez expresó ante la televisión argentina que nunca le dio un beso al reo y que su relación con Bustos se debe a un trabajo académico, ya que ella planea escribir un libro sobre su turbulenta historia. “No estábamos actuando”, dijo la magistrada. “Yo soy así naturalmente, soy una persona muy sociable, no estoy actuando nada. Me relacioné con este detenido por un tema laboral”.
“Soy jueza penal, me tocó sentenciar y trabajar en esta causa, una causa de hechos graves. Y a medida que fui metiéndome, conociendo más y más los hechos de enjuiciamiento, me llamaron mucho la atención algunas cuestiones, por eso voté en disidencia”.
Esta no sería la primera vez que Mariel Suárez enfrenta una acción disciplinaria. En 2013 fue destituida de su cargo por un presunto mal desempeño de sus funciones, acusada de liberar detenidos por teléfono y de dictar una resolución arbitraria en un caso por abuso sexual de una menor. La jueza pudo recuperar su cargo gracias a una resolución favorable en un recurso de amparo.
Acerca del escándalo, la jueza negó que hubiera una relación íntima con el prisionero, que su encuentro con Bustos en la cárcel fue apenas la segunda vez que lo vio en persona. “No es real, no hubo un beso. Él insistió y estaba muy contento y efusivo por la propuesta que le hacían”, menciono la magistrada sobre la propuesta de escribir la historia de Bustos y de su pueblo.
“Soy jueza penal, pero también soy una persona y no soy tonta. Yo sé que en los lugares de detención hay cámaras, porque aparte los visito continuamente. Entonces, no voy a ir a exponerme con algo que no es cierto. Mi motivo es un motivo laboral, pero que no está relacionado con mi función de juzgadora”.