Cosas del voraz capitalismo, una vez que el lobo o el coyote entran al corral y engullen a la gallina se dan a la caza de otras presas (pero estas hidráulicas). Tal ocurrió con Odebrecht una vez entrando a Veracruz y como primer paso participó en la puja y ganó la licitación (¿la hubo?) para construir 6 presas, una de ellas se pretendía construir en el rio La Antigua, en Jalcomulco; para otorgarle “fuerza política” el proyecto contemplaba la participación del gobierno estatal a través de un mecanismo denominado Proyecto de Propósitos Múltiples Xalapa. El argumento base consistía en “resolver” el problema de abastecimiento de agua a la capital de Veracruz, bombeada a través de un acueducto de 42 kilómetros. Este proyecto cuenta con una inversión de 7 mil millones de pesos, el 70 por ciento a cargo de Odebrecht y el resto el Gobierno del Estado. Para concretarlo se construiría una hidroeléctrica para traer agua a Xalapa desde el Río La Antigua. Sin embargo, no contaban con la desconfianza e inconformidad de los moradores de la rivera del rio señalado, quienes de entrada opusieron obstáculos y corrieron a personal de la empresa Odelbrecht, que había llevado maquinaria para el propósito aludido. Un punto de acuerdo de senadores de la bancada de Movimiento Ciudadano exhortaba al Gobernador Duarte de Ochoa a cancelar la instalación de las presas hidroeléctricas en la cuenca de “La antigua”, y todo el “Proyecto de Propósitos Múltiples Xalapa. Aquella no era cualquier inversión, pues la sinergia entre el gobierno estatal y Odebrecht comprendía la planta de etileno XXI, obtuvieron la concesión de la administración del agua en la conurbación Veracruz-Medellín; quedaron pendientes otros proyectos, como el del ingenio etanolero anunciado en 2011 por el Secretario de Desarrollo Agropecuario, y el abastecimiento de agua a la ciudad de Xalapa y el otro gran cuento era el “autoabastecimiento de Energía Eléctrica en la entidad”. Así lo explicaba en 2013 Marcelo Odebrecht tenían proyectos en ejecución, desarrollo y evaluación “comprometidos por seis mil millones para inyectarse en el territorio veracruzano en los próximos cinco años” y de Duarte expresó “que ofrece plenas condiciones para la inversión privada… tenemos la seguridad que lo que viene es mejor que lo que ha ocurrido en los últimos 20 años”.