viernes, abril 19, 2024

Veracruz vive momentos de obscuridad, horror y muerte

* 43 asesinatos en Veracruz en 9 días de este año

* En 2021 aumentaron los homicidios dolosos respecto a 2020

* Cuitláhuac no quiere que le cuestionen la violencia en el estado

Marco Antonio Aguirre Rodríguez

Con toda la mesura, José Manuel Suazo Reyes, vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, resumió el panorama de los veracruzanos:

“Estamos viviendo momentos de mucha obscuridad que están generando incertidumbre, temores y miedo a la gente”.

Y esto es porque ante la amenaza de una cuarta ola de Covid-19, para la cual -adiverte – “no estamos blindados”, se agrega “un ambiente de horror y de muerte que deja una estela de dolor, luto e indignación”.

43 ASESINATOS EN VERACRUZ EN 9 DÍAS DE ESTE AÑO

Este “ambiente de horror y muerte” se confirma con los datos oficiales, los que la Fiscalía General del Estado (FGE) emitió al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el que se reconoce que son ya 43 homicidios dolosos los que esa dependencia registra en el estado.

Seguramente son más, muchos más (tal vez) porque la FGE tiene antecedentes varios de hacer subregistro de cifras delincuenciales, para que el panorama del estado no se vea fuera de la entidad, tan terrible como es.

(Una muestra del fuerte subregistro que se presenta en la FGE es la columna “En Veracruz hay muertos que nadie cuenta; un subregistro de homicidios dolosos que ronda el 20%, por lo menos”, ubicada en https://cutt.ly/DRnC2gr ).

Así pues, es probable que los asesinatos en Veracruz ya ronden el medio centenar o quizá hasta más.

Suazo Reyes es la voz de la Iglesia Católica, no es un ciudadano más. Por eso sus palabras tienen mayor peso.

Y ante esta ola de obscuridad, horror y muerte, puntualiza que “los afectados siguen siendo los ciudadanos”, que “las familias temen por sus hijos y los hogares se sienten en la orfandad”.

Y tienen razón en su señalamiento.

En el comunicado dominical de la Arquidiócesis de Xalapa de este 9 de enero menciona que el 6 de enero el hogar de una familia xalapeña fue allanado y una pareja de adultos de la tercera edad que ahí vivía, fue terriblemente agredida. “El saldo que quedó fue el de una mujer brutalmente asesinada a golpes y su esposo con heridas mortales. Por otra parte al sur de Veracruz, tan sólo un día después, dejaron 9 cadáveres a la orilla de una carretera”.

Esto, como anota Suazo Reyes, es sólo una muestra de muchas otras cosas.

El vocero de la Arquidiocesis de Xalapa anota que la población vive en la indefensión ante estos hechos de violencia: “No saben a dónde acercarse ni quien les brindará protección y seguridad”.

Algo muy real.

Porque el sistema de justicia en Veracruz es altamente deficiente, tanto que hay un 94.3% de impunidad, según el informe «Hallazgos 2020,  seguimiento y evaluación del sistema de justicia penal en México» publicado por la organización México Evalúa.

En febrero de 2019, Hugo Gutiérrez Maldonado dijo: “Estamos tratando de que conozcan ustedes lo que es la seguridad en Veracruz”.

Pero casi tres años después, todavía no la conocemos.

EN 2021 AUMENTARON LOS HOMICIDIOS DOLOSOS RESPECTO A 2020

El 2 de enero de 2019, ufano, Cuitláhuac García aseguró que se acabarían los problemas de inseguridad en 2 años con su Programa Integral de Seguridad.

Pues bueno, ya son más de 3 años que dijo eso, y la inseguridad continúa.

De hecho, durante 2021 fueron más los homicidios dolosos registrados en Veracruz que en 2020:

1,076 en 2020, contra 1,225 en 2021, según un concentrado elaborado por Tresearch con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

El panorama de Veracruz ante la violencia no es nada alentador.

Y el gobernador insiste en que la violencia en Veracruz es herencia del pasado, y ya no menciona su fallido plan de seguridad que supuestamente en dos años la iba a eliminar.

Dice que se ataca a todos los grupos criminales. Pero si eso fuera cierto, ya habrían desaparecido. O, se mantienen por una total ineficacia del gobierno de Cuitláhuac García para eliminarlos.

Cuitláhuac no quiere que le cuestionen la violencia en el estado

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