jueves, marzo 28, 2024

Dr. Bernardo Margarito Téllez Juárez, (1954-2022) Singular ciudadano

Continuamos con la pena de seguir despidiendo a queridos amigos, que pesan a la vida eterna; estos últimos 24 meses de pandemia del covid-19, nos han arrebatado a seres muy queridos, y que a lo largo de la vida hemos caminado en diferentes ambientes en la vida. El miércoles 9 de febrero del presente año 2022, dejó de latir el corazón de un extraordinario hombre, como lo fue el médico partero Bernardo Margarito Téllez Juárez,nacido en la ciudad de Tepeaca, Puebla, el once de febrero de 1954, faltando dos días para cumplir 68 años de vida. En varios de los ambientes donde el doctor Téllez,  prestó sus servicios como médico, militante del partido Acción Nacional, y del movimiento por la vida, nos ha impactado la noticia de su fallecimiento. No se por que Mireya Cuéllar Hernández,  2003, no lo incluyó en su obra: Los panistas

            Una de las grandes enseñanzas que siempre la admiré fue su gran don de prudencia, sobre todo en las actividades políticas y públicas donde actuaba. Creo que nunca tuvo un mal pensamiento y que haya hablado mal de alguien, siempre actuando con una rectitud ya casi olvidada en nuestra sociedad. Siempre tenía la palabra correcta en favor de hacer el bien, en favor  de la humanidad. Como hombre de fe y sobre todo como católico, siempre tuvo muy claro los ideales de Jesucristo, su vida familiar fue ejemplo de ello.

            Hace 50 años, inició sus estudios de medicina en la Universidad Veracruzana, los cuales concluyeron en 1978, para ejercer la profesión de médico partero en el centro del Estado de Veracruz, y fundó la clínica de maternidad Téllez. Más tarde ingresó a la Coparmex local donde tuvo destacada participación.

            En 1992 fue electo como regidor por Acción Nacional en el Ayuntamiento Constitucional de Atoyac, Veracruz, cuatro años atrás se había afiliado a dicho instituto político, en la campaña presidencial de Manuel J. Clouthier Rincón(1934-1989) (Cuéllar, 2003:57-60)

            En su militancia en Acción Nacional, recorrió todos los puestos del partido desde la estructura municipal, desde consejo estatal hasta consejero nacional. Secretario General del partido, en la presidencia de Víctor Alejandro Vázquez Cuevas, (1971) tiempo más tarde por dos ocasiones fue el presidente del Comité Directivo Estatal en Veracruz. Lo recuerdo muy entusiasta en las campañas para gobernador del 2004, 2010 y 2016. También fue secretario de formación y capacitación a nivel estatal.

            Fue diputado local en la legislatura de Veracruz, en 1995-1998, cuando gobernaba Patricio Chirinos Calero, y posteriormente de 2009-2012, fue diputado federal en la LXI legislatura, en la presidencia de Felipe Calderón Hinojosa. En el año del 2006 fue designado como delegado de la antigua delegación de Sedesol. 

            De las lecturas que inspiró su trayectoria en el quehacer político fue sin duda alguna el pensamiento de Santo Tomas Moro,(1478-1535), patrón de los políticos y gobernantes, en su festividad el 22 de junio, el Dr. Téllez siempre nos recordaba de tan importante fecha, algún par de veces asistimos a la eucaristía en honor a dio santo. Seguramente de ahí tomó su gran capacidad de escuchar al otro, que era diferente, y siempre supo la importancia del diálogo.

            Lo recuerdo, en una conferencia del Dr. Jean Meyer, en el 150 aniversario de la batalla de Camarón de Tejeda. Era un apasionado lector; y en nuestras conversaciones siempre con los temas históricos del país, recibí un par de libros obsequiados por él.

El Gobernador Miguel Yunes Linares, en su bienio, fue designado como director de Asuntos Religiosos del Gobierno del Estado de Veracruz, 2016-2018. Regresó a su querido Atoyac, para atender su clínica médica, y  poco tiempo después el partido los designó como director de la Fundación Carlos Castillo Peraza, durante la presidencia del Comité Directivo Estatal de Acción Nacional de Joaquín Guzmán. En los últimos años regresó a Atoyac, donde entre otras cosas celebró sus 41 años de vida matrimonial con su esposa, Maura Cortes,  en compañía de sus hijos, su ejemplo paternal al cuidado de un hijo con capacidades diferentes, también los hacía un ser extraordinario.

Fue un gran defensor de la vida desde la concepción del ser humano, y con la formación médica explicaba  el don de la vida; siempre con argumentos científicos, defendía sus puntos de vista. Hoy sólo queda el recuerdo de sus risas y ese bigote a la espeso, que siempre lucía; así como sus grandes enseñanzas en el silencio de su actuar, mi más sentido pésame para su familia.

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