Dos semanas antes de que asesinaran al empresario Sergio Carmona, en una barbería y de dos tiros, el pasado 23 de noviembre en el exclusivo y vigilado San Pedro Garza-García, la DEA le solicitó al Gobierno mexicano, a través de su Embajada en México, “toda la información disponible que tuvieran de las actividades empresariales y políticas del Sr. Sergio Carmona Angulo”.
La agencia antidrogas estadounidense estaba tras la pista del empresario de Tamaulipas, luego de que recibió del FBI una investigación que documenta las actividades ilícitas de Carmona en el tráfico y contrabando de gasolinas y diesel robados que le generaban ganancias millonarias y el posible financiamiento, con esos recursos ilícitos, a campañas del partido Morena en los recientes comicios mexicanos.
El expediente del Carmona-gate, que estaba armando desde principios de noviembre de 2021 la DEA, contendría información de las declaraciones que Sergio Carmona Angulo hizo ante agentes del FBI que comenzaron a investigar al empresario a partir de una solicitud que les hizo el gobernador del mismo estado de donde él era originario. Junto a esos interrogatorios también los agentes estadounidenses obtuvieron información “de primera mano” de la relación cercana que tenía Carmona Angulo con los dirigentes nacionales del partido Morena y la forma en que el empresario financiaba las campañas de los candidatos morenistas en varios estados de la República.
Según parte del expediente, Sergio Carmona habría sido “presentado e introducido” con los candidatos morenistas por los más altos dirigentes del partido Morena a nivel nacional. Con esa recomendación, varios candidatos a gobernador, a diputados federales o locales y alcaldes, aceptaron recibir dinero directamente de las empresas de Carmona.
Así, habría financiado con 500 millones de pesos las campañas morenistas a las 15 gubernaturas que se disputaron en 2021.
El otro estado donde apoyó fuerte con recursos fue en Baja California, cuya candidata también recibió generoso financiamiento.
Las elecciones de Congreso local, diputaciones federales y los ayuntamientos que hubo en Tamaulipas ese 5 de junio, también fueron bañadas por los recursos ilícitos de Sergio Carmona. Por ser su estado natal la inversión que hizo en las campañas de Morena fue también de casi 100 millones de pesos.
Toda esa información ya está en poder de autoridades de Estados Unidos, donde ubican a Carmona como traficante de gasolinas y diésel robados, lavado de dinero, operaciones bancarias fraudulentas con recursos de procedencia ilícita, y corrupción política, y siguen la pista de si el dinero ilícito del empresario huachicolero y contrabandista, financió a candidatos del partido gobernante en México en los comicios federales y locales del año pasado.
Por todo eso el asesinato brutal de Carmona Angulo, ocurrido a plena luz del día, en una barbería y en el municipio más vigilado de México y de América Latina, despierta todo tipo de suspicacias: desde que el crimen organizado, con el que estaba vinculado el empresario, lo haya eliminado, hasta de que intereses y organizaciones políticas estén detrás de la intención de acallar al hombre que financió, con dinero ilegal, las campañas de Morena en 2021.
Y es que no parece casualidad que a Carmona lo hayan asesinado justo dos semanas después de que el gobierno mexicano supo, por una petición oficial de la DEA a través de la embajada de Paseo de la Reforma, que el gobierno de Estados Unidos investigaba las actividades ilícitas y criminales del empresario, a éste lo hayan matado de dos tiros en el interior de una barbería.
¿Qué efectos puede tener el expediente “Carmona-gate” en poder de la DEA y hasta dónde pueden llegar sus alcances? Lo comentaremos mañana en otra entrega de esta columna.