viernes, noviembre 22, 2024

Le sigue atizando…

Opiniones y Comentarios

      Julio Ricardo Blanchet Cruz.  

DiarioLibertad@gmail.com.mx

En un episodio más, gracias al número de personas que han seguido lo que en un principio fue una noticia; pero que finalmente se ha convertido en toda una exitosa serie conocida como la Bella y el Suertudo. Made in Houston; que es una adaptación del bello cuento de Walt Disney de la Bella y la Bestia…

Después de que la Bestia -o el suertudo, como el amable lector prefiera- había declarado que fue contratado como abogado en EE.UU. y se descubrió que no era cierto; ya que no está registrado como tal -lo que es necesario para ejercer la profesión- ni consecuentemente ha pagado impuestos…

Por lo que se entrampó solito; y lo peor es que allá le pueden acusar de evadir el pago al erario; lo que es algo muy grave.  De recordar que Al Capone (1899 – 1947) fue a dar a la cárcel, no por todos los tiroteos que organizó y las viudas que dejó; sino por no pagar impuestos.…

Pero queriendo salir del atolladero familiar en que se metió por andar vendiéndose por dinero -y caro, eso sí hay que reconocerlo- porque se ve que la Bella lo mantiene a todo lujo.  Camionetón, albercota y toda la cosa…

Y si la Bella se quiso cambiar de casa, fue -eso dicen- porque un día que salió la Bestia a tomar el Sol sobre un colchón de aire dentro de la alberca, de tal modo que se veía como si flotara sobre el agua, un vecino con ojos de rayita -dicen que japonés- lo quiso arponear…

El papá de la Bestia, que no conocía ni la casa donde vivía su hijo, ni en qué trabaja, ni nada de nada ¡vaya! les dijo que mejor se cambiaran de residencia.  Supuso que era obra de la mafia del poder…

Que era urgente la mudanza, porque el cártel de Latinus y sus mercenarios los tenía ya localizados.  Y que una vez más, como cuando fueron pequeños, habrían de padecer persecución y hostigamiento por la actividad de su padre.  Y todo acompañado de otra conmovedora lágrima enjugada…

Bueno, todo eso dicen que pasó, pero no está confirmado, así que se advierte que habrá que tomarlo como rumor…

Pero lo que sí es cierto y está confirmado, es que en el más reciente capítulo Andrés bueno, Carlos malo, la Bestia presentó documentos que avalan que la casa de la albercota había sido rentada.  Que no era donada, ni prestada ni nada por el estilo; y que por la renta mensual la Bella pagaba 5,600 dólares…

Pero resulta que tampoco está registrada esa operación.  De renta; dejando ver que sería mejor que no dijera ya nada; pues mientras más “pruebas” presenta, más se enreda el muy suertudo.

Cambiando de tema…

Habiendo fallado las sanciones impuestas al Kremlin, todo indica que la Casa Blanca está decidida a iniciar la guerra contra Rusia.  Quizá tiene la seguridad de que saldrá ganando y que de nueva cuenta será fuera de su territorio continental…

Cada vez es más inestable e insostenible la división social que se vive en EE.UU. y hablar ya de guerra civil, es terminar como la Historia dicta que terminan los Imperios.  Por eso, aparte de la venta de armas, es otro de los factores por lo que necesitan la guerra…

En tiempos de guerra -y de elecciones- se necesita de la unión de todos los ciudadanos.  Y hasta el momento, solo una minoría el 31 % está de acuerdo con que haya una confrontación con Rusia, por Ucrania…

Aun así, quienes más van a salir perdiendo son las Naciones europeas.  Que, en caso de ganar, tendrían que sufrir una fuerte inflación por el alza de los combustibles que dejarían de recibir de Rusia.  Sin tomar en cuenta los altísimos costos de una guerra de la que no obtendrían ningún beneficio…

Además, los miembros de la OTAN, deberán que tomar en cuenta que Rusia no está sola; y si China, su socio, deja de enviarles chips y todas esas cosas de alta tecnología que necesitan, les puede parar muchas industrias; y lo mismo, y hasta gran parte del moderno equipo bélico con que cuentan, se podría ver inutilizado…

Aun así, sigo creyendo que no será Rusia la que dispare primero.  Oportuno recordar las palabras de Benjamín Franklin (1706 – 1790) “Nunca ha habido una buena guerra, ni una mala paz”.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

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