Debido a la falta de expansión en el sector de energía eólica en México en los últimos años, la perspectiva de crecimiento para esta se ha reducido 44%, se tenía previsto que para 2024 aumentara en 16 gigavatios (GW), pero se ha revisado a la baja a 9 GW, de acuerdo con un informe del Consejo Global de Energía Eólica (GWEC por sus siglas en inglés).
“Recientemente, el gobierno de México ha mostrado reticencia a seguir desarrollando proyectos de energías renovables, incluyendo los eólicos. Esto se refleja en los compromisos de gasto público, donde la gran mayoría son para combustibles fósiles”, indicó el GWEC.
El compromiso del país es una inversión de 9,000 millones de dólares para impulsar diferentes tipos de energías, pero la mayoría con destino a los combustibles fósiles (8,000 mdd) y únicamente 935 mdd para energías limpias, añadió.
El GWEC destacó que no ha habido ningún compromiso formal del gobierno para acelerar la transición energética en los últimos años, y que en el reciente documento de planificación energética (el Prodesen), reconoce que las decisiones y la política energética ponen a México detrás de la meta de cumplir su objetivo para 2024, pues la energía limpia se prevé que represente el 31% de la mezcla energética en lugar del objetivo de 35%.
“El progreso hacia la transición energética se ralentizó en los últimos años. La incertidumbre de los proyectos, la regulación y procesos de permisos más lentos, llevaron a una disminución de la inversión en energías renovables“, apuntó el documento “Aprovechando las Oportunidades de Recuperación Verde de la Energía Eólica en las Economías en Desarrollo” del GWEC.
En la política energética de la actual administración no se han autorizado nuevos proyectos eólicos y solares, ya que la atención se ha se ha centrado en el apoyo a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y en eximirla de competir en el mercado.
En ese sentido, la CFE depende principalmente depende de fuentes de energía convencionales convencionales y no tiene proyectos eólicos proyectos eólicos actuales o previstos.
Los permisos y evaluación de los proyectos privados han sufrido retrasos, mientras que los solicitados para proyectos de combustibles fósiles fósiles por parte de empresas estatales (CFE y Pemex) se han concedido a tiempo.
En años anteriores, las evaluaciones y pruebas de los proyectos eólicos privados tardaban entre 3 y 4 meses en completarse. Últimamente, este plazo se ha disparado entre 1.5 y 2 años.
El informe resaltó que existe inseguridad jurídica a la que se enfrentan todas las partes interesadas en la industria eólica en México: generadores privados, grandes consumidores, proveedores, ciudadanos y ONG ambientales.
Ha habido más de 700 medidas cautelares derivadas de los cambios normativos que favorecieron
la CFE y limitan operaciones para proyectos privados, más del 50% de estas medidas legales se deben a modificaciones a la Ley del Sector Eléctrico en 2021, añadió.
En este estudio se incluye oportunidades para México al adoptar una recuperación verde después de la pandemia por Covid-19.
El GWEC indicó que, si se implementa una recuperación verde, se prevé una rápida aceleración de la capacidad eólica a partir de 2024, lo que daría como resultado casi 4.34 GW de capacidad instalada entre 2022 y 2026, esto traería una generación de 350,000 empleos FTE (equivalente a tiempo completo) durante la vida útil de los proyectos.
También dejaría 6,000 millones de dólares de Valor Bruto Agregado a la economía nacional y a partir de 2026 se podrían producir 14,800 GW por hora que significa abastecer de energía limpia a 8 millones de hogares y se podrían evitar 181 millones de toneladas métricas de CO2e.
En un escenario de negocios “como de costumbre”, las cifras anteriores se reducen en alrededor de 50%.