miércoles, abril 24, 2024

Se cumplen 20 años del asesinato del icónico narcotraficante Ramón Arellano Félix

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Agencias/Sociedad 3.0

El asesinato del icónico narcotraficante Ramón Arellano Félix, líder del Cártel de Tijuana, cumple este jueves 20 años con un profundo legado por su influencia en la narcocultura y el reflejo de la fallida estrategia de seguridad.

Varios policías mataron el 10 de febrero de 2002 al capo, disfrazado de agente de la extinta Procuraduría General de la República (PGR), en pleno carnaval de Mazatlán, playa turística del estado de Sinaloa, según confirmó días después su hermano Benjamín, detenido por el Ejército.

Su asesinato es histórico porque Ramón y Benjamín debutaron en 2000 en la primera lista exclusiva de narcotraficantes extranjeros más buscados por Estados Unidos, que incluso los equiparó en peligrosidad con el terrorista Osama Bin Laden, líder de Al-Qaeda.

Un símbolo de violencia:

El Cártel de Tijuana o de los Arellano Félix, fundado en los 80, se caracteriza por su violencia y el trasiego de drogas hacia San Diego, California, y hasta el oeste de Canadá, según la DEA.

“Su ley es la de la plata o el plomo”, declaró el entonces portavoz de la DEA, James Molesa, en febrero de 2002, días antes de la muerte de Ramón y la captura de Benjamín.

Aunque ni siquiera es un cártel regional, era clave porque junto al Cártel de Juárez controlaba el paso fronterizo de la droga de México a Estados Unidos, detalla Benítez Manaut.

Los Arellano Félix construyeron túneles que cruzaban la frontera y corrompieron a autoridades mexicanas e incluso a algunas de Estados Unidos, afirma el investigador.

Ícono de los capos y la narcocultura:

Ramón Arellano Félix también representa la idea de mafia y capos de la droga que Estados Unidos.

De hecho, era conocida su rivalidad con los otros máximos capos de la época, Joaquín “El Chapo” Guzmán e Israel “El Mayo” Zambada, líderes del Cártel de Sinaloa.

Incluso, El Chapo “disfrutó la muerte” de Ramón y siente que “si algo le dio gusto, fue haberlo matado”, ya que se adjudica haberle tendido la trampa en Sinaloa, según reveló en noviembre de 2018 Jesús Zambada García, alias “El Rey”, primer gran testigo de Washington en el caso contra Guzmán.

Con información de EFE

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