* Y trabajadores del Tribunal denuncian malos tratos
Marco Antonio Aguirre Rodríguez
En el Tribunal Estatal de Justicia Administrativa de Veracruz (TEJAV) las cosas no van en miel sobre hojuelas, si no todo lo contrario.
Abogados que han tenido que atender asuntos en el mismo reclaman que el presidente de la institución, Roberto Alejandro Pérez Gutiérrez, tiene prácticas irregulares, lo que ha llevado a que lo señalen públicamente de enriquecimiento ilícito, gastos excesivos, terrorismo laboral y tortuguismo en los casos relacionados con el saqueo que Javier Duarte y sus cómplices hicieron del erario de Veracruz.
Pérez Gutiérrez fue designado como magistrado el 19 de diciembre de 2017. durante el gobierno de Miguel Ángel Yunes.
Cuando se dio el triunfo de Cuitláhuac García se menciona que emitió varias sentencias favorables a particulares para que se les pagasen las deudas que reclamaban.
Ante esto, señala una de las versiones, fue llamado a Palacio de Gobierno, donde el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, le reclamo su actuar y a partir de ahí comenzó a ser más complaciente hacia los intereses del gobierno del estado, al grado de que inició una relación muy cercana con el mismo Eric Cisneros e incluso con el gobernador Cuitláhuac García.
De hecho, no se preocupó en ocultar, si no que por el contrario, presumió que llevaba una vida de lujos, incluso exhibiéndola en sus redes sociales.
El 10 de junio de 2021, José Alberto Rojas Espinoza presentó una denuncia de hechos, ante la Fiscalía General de la República y la Unidad de Inteligencia Financiera, en su contra, por el probable enriquecimiento ilícito y operaciones de recursos de procedencia ilícita derivada de su actividad como magistrado del TEJAV.
En esa denuncia uno de los detalles que más llamó la atención fue que se integraron fotografías tomadas de las redes sociales de Karina Morales Fierro, con quien sostenía una “relación afectiva” (como la describe la denuncia), en las que se mostraban “viajes, gastos, excesos”, incluyendo el estar en un yate “presuntamente de su propiedad”, un Sea Rey 55 Sundancer, con un costo aproximado en ese entonces de 600 mil dólares (más de 12 millones de pesos).
Además también se muestran viajes a Las Vegas, Acapulco y la Rivera Maya.
El escrito de denuncia presenta igualmente un listado de diversos viajes de Pérez Gutiérrez al extranjero.
A Pérez Gutiérrez y magistrados del TEJAV igualmente les señalaron de tener gastos excesivos, de acuerdo con información publicada por Al Calor Político (https://www.alcalorpolitico.com/informacion/tribunal-de-justicia-administrativa-reporta-gastos-en-bocadillos-papel-de-banio-y-dedales-347002.html#.YTJTEY5KjIU )
«Remodelaciones de oficina, “coffee-breaks”, papel sanitario, dedales, grapas, diurex, hojas, sacapuntas y libretas de pasta dura, son parte de las adquisiciones que hizo durante el 2020 el Tribunal Estatal de Justicia Administrativa de Veracruz (TEJAV), en las cuales gastó más de 2 millones de pesos», se apunta en esa información.
El 16 de junio de 2021, Noé Zavaleta publicó en Crónica de Xalapa su columna Contracrónica (https://cronicadexalapa.com.mx/contracronica-35/ ) en la cual recogió las denuncias de diversos trabajadores del TEJAV, quienes acusaron a Pérez Gutiérrez de terrorismo laboral, pues leS redujo el sueldo hasta un 50 por ciento a los empleados que no se alinearon a su grupo o con funcionarios jurisdiccionales que llevó consigo a las lujosas oficinas que se mandó a hacer en la Torre del Olmo.
Los empleados acusaron: terrorismo laboral, acoso a trabajadoras, descuentos injustificados, retenciones arbitrarias y malos tratos.
Aún así, el maltrato continuó, sobre todo contra quienes -según el magistrado y sus allegados- habían sido los que realizaron la denuncia pública.
El 11 de octubre de 2021, en el portal Plumas Libres, publicaron una carta de los empleados (https://plumaslibres.com.mx/2021/10/11/denuncian-acoso-laboral-en-el-tribunal-estatal-de-justicia-administrativa-tejav-por-magistrada-estela-iglesias/ ), en la que reiteraban el acoso laboral, con cargas de trabajo exhaustivas “para obligarnos a renunciar”, además de prácticas deshonestas para promover recursos legales en contra de las dependencias, o sea, corrupción.
“De un tiempo para acá se nos han descontado bonos a los que tenemos derecho, se nos impone un horario de más de 8 horas y se nos trata de forma déspota e incluso hasta con groserías”, puntualizaron.
Así pues, el TEJAV, no es precisamente un modelo de administración de justicia, si no todo lo contrario.