Un buen amigo me cuenta que muchos de los autobuses de ADO que llegan al Puerto de Veracruz dejaron de hacer la parada de cortesía en Soriana de la avenida Rafael Cuervo y en el IMSS de la Avenida Cuauhtémoc.
Con eso, los innumerables viajeros que viven en el norte de la ciudad se verán obligados a ir hasta Díaz Mirón y tomar un taxi caro o un lento autobús para llegar a sus hogares; domicilios por los que pasaron muy cerca y que debieron ver cómo se alejaban debido a esa incomprensible medida.
Y resulta incomprensible porque nunca era problema para el conductor detenerse momentáneamente en las paradas de Soriana y el IMSS.
Una grave molestia que se está ocasionando a los pasajeros es que no se les avisa con antelación que esas paradas de cortesía fueron suprimidas, y se ven obligados a ir hasta la lejana terminal.
Mi buen amigo me cuenta que al subir al ADO GL, el chofer le comentó que no podría bajarse antes, y no hubo poder en el mundo que lo hiciera recapacitar.
Lo mandaron a la caseta de control de la terminal, en donde habló con una persona que era la responsable de la venta de boletos, pero debería llamarse mejor «irresponsable», porque no le dio ninguna solución al conflicto que la empresa había causado por no avisar oportunamente sobre ese cambio en las políticas de descenso.
El funcionario de la empresa sólo alcanzó a proponerle que comprara un boleto en el siguiente autobús, a las 16:40, pero le dijo que tenía que pagarlo completo porque ya no había lugares de Inapam, como era su pasaje original.
Y en todo caso, podría adquirir su boleto con descuento pero hasta la salida de las 17:00 h, con lo que se desfasaba por completo su hora de llegada.
Nuestro amigo va a presentar una queja ante las instancias que sean necesarias, y espera que alguien del Gobierno del Cambio se ponga las pilas y actúe en contra de esa injusticia que comete una empresa concesionaria.
Él es un optimista incorregible, y espero que su sueño se haga realidad y las actuales autoridades morenistas pongan en orden a la poderosa empresa del ADO.
Ya ven que, como insiste el Presidente, ellos no son iguales a los de antes…