viernes, abril 19, 2024

Las otras hordas del futbol

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AL PIE DE LA LETRA

Raymundo Jiménez

Luego de la brutal trifulca de este sábado en el Estadio Corregidora de Querétaro, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene la coyuntura para meterle mano a la mafia del futbol mexicano que su antecesor, el priista Enrique Peña Nieto, ya no tuvo tiempo ni voluntad para enfrentarla.

Y es que a mediados de agosto de 2018, al mes siguiente del aplastante triunfo electoral de AMLO, la Secretaría de Hacienda emitió un comunicado en el que a través del Servicio de Administración Tributaria (SAT) informaba que, “respecto a la presunta existencia de dobles contratos en el futbol mexicano, investigará y en caso de encontrar hechos que puedan configurar evasión fiscal o algún otro delito relacionado, procederá conforme a sus facultades y obligaciones legales.”

El anuncio del SAT lo motivó el caso del club Tiburones Rojos de Veracruz, debido a que tres días antes el entonces entrenador Guillermo Vázquez Jr. había renunciado al cargo molesto porque durante meses trabajó sin un contrato, ya que reveló que el equipo porteño había presentado un contrato laboral ante la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), en el que se asentaba un sueldo mínimo, y el monto mayor le sería saldado a través de una empresa ajena al club, que era lo que la directiva le adeudaba.

En el comunicado de las autoridades hacendarias de la administración anterior, se indicaba que “como parte de sus atribuciones, el SAT vigila permanentemente el cumplimiento de las obligaciones fiscales de todos los contribuyentes, con independencia del giro o actividad económica que realicen; para ello se allega de información de diversas fuentes:  financieras, de seguridad social, recibos de nómina, entre otros, y con ello determina cuando hay posible evasión fiscal.

“En este sentido, la información publicada por diferentes medios, respecto de los dobles contratos que se presentan ante la Federación Mexicana de Futbol, es para el SAT una fuente de información que da origen a la revisión específica del tema para identificar posibles irregularidades.

“El SAT desconoce los dobles contratos que se han referido en el ámbito deportivo. El SAT tiene facultades para verificar las condiciones contractuales y económicas que pacten el Club y el futbolista, no así la información que reporten los Clubes a la Federación Mexicana de Futbol.

“Es importante aclarar que simular actos que tengan por objeto ocultar al SAT por parte de los futbolistas el total de los ingresos percibidos es un delito, así como lo es no enterar las retenciones de Impuesto Sobre la Renta realizadas a los futbolistas por parte de los Clubes.

“El SAT continuará revisando permanentemente cuando se presuma la existencia de evasión fiscal en cualquier sector económico”, concluía el comunicado oficial.

En aquella ocasión, el diario El Economista publicó que al menos 10 equipos de la Liga MX, dos de ellos ya desaparecidos y la Federación Mexicana de Futbol, habían sido investigados por el SAT por deudas fiscales u omisiones en las declaraciones de pagos de impuestos en los últimos 10 años, sin que esto haya causado consecuencias que afectaran la continuidad o no de una franquicia.

Entre los casos de adeudos y multas más sonados, destacó la sanción económica de 79.5 millones de pesos que se le impuso a la Federación Mexicana de Futbol en 2016 por no declarar ingresos por patrocinios de la Selección Mexicana de futbol por un monto de 265 millones de pesos del ejercicio fiscal del 2009.

El equipo de las Chivas Rayadas de Guadalajara recibió en el 2017 la notificación de un adeudo de 800 millones de pesos por los ejercicios fiscales del 2010 y el 2011.

“Los clubes y jugadores tienen muchas formas de ganar dinero y no necesariamente son tan cuidadosos de llevar una contabilidad de forma adecuada”, declaró hace cuatro años el abogado fiscalista Herbert Bettinger al diario capitalino.

Después de que Guillermo Vázquez declaró que cuando fue director técnico de Veracruz tenía dos contratos, la Federación Mexicana de Fútbol informó en agosto de 2018 el inicio de una auditoría al club Tiburones Rojos debido a la “discrepancia existente en la documentación entregada”. La FMF expresó su compromiso de colaborar “con las autoridades federales, estatales y municipales en cualquier proceso de investigación relacionado con el fútbol mexicano y sus agremiados”. 

El exfutbolista estadounidense Hérculez Gómez reveló esa vez para la cadena ESPN que el plantel estaba quebrado por la situación y que los futbolistas “más favorecidos” podían cobrar a través de los dobles contratos, sin problema. Sin embargo, trascendió que había un grupo de futbolistas en desventaja económica que firmaron los documentos ante la Federación Mexicana de Fútbol por 50 mil pesos.

A finales de la última administración priista, el Servicio de Administración Tributaria informó que realizaría una investigación de las “fuentes financieras, seguridad social, recibos de nómina, entre otros, y con ellos determinar si hay evasión fiscal” en los 18 clubes existentes de la Liga MX y los futbolistas que participaban en el torneo.

No era la primera ocasión que el futbol mexicano estaba en el foco del SAT, ya que clubes como Puebla, León, Atlas, Necaxa, Jaguares de Chiapas, Tigres y Monterrey habían sido requeridos por las autoridades para aclarar su situación fiscal.

Sin embargo, del sexenio de Enrique Peña Nieto al de Andrés Manuel López Obrador parece que no han variado mucho las cosas, pese a la lucha contra la corrupción y los abusos de estas otras hordas de delincuentes de cuello blanco que presume estar combatiendo el gobierno de Morena.

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