Juan Ramón de la Fuente, embajador de México ante la ONU, declaró que “no se justifican las acciones militares; son instalaciones nucleares claramente identificables. Atacarlas está estrictamente prohibido por el derecho internacional”.
De la Fuente participó en la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad para discutir el incidente en la planta de Zaporizhia, la mayor central nuclear de Europa. También es llamada Zaporiyia.
Indicó que “preocupa el incidente en la planta nuclear” y mencionó que acuerdo con la información, “el reactor nuclear no sufrió impacto y los niveles radiactivos no subieron”, pero “en ninguna manera, no disminuye la gravedad del incidente”.
Afirmó que “el disparo de proyectiles viola el principio fundamental relativo a la integridad física de las instalaciones nucleares, que deben mantenerse seguras en todo momento y ante cualquier circunstancia”.
El diplomático mexicano recordó que en 2009, la conferencia general de la Agencia Internacional de Energía Atómica adoptó, por unanimidad, la decisión de reafirmar las resoluciones de 1985 y 1990 en las que se establece explícitamente que “cualquier ataque o amenaza contra instalaciones nucleares con fines pacíficos, constituye una violación a los principios de la carta de las Naciones Unidas y al derecho internacional”.
México y Francia presentaron un proyecto de resolución para atender de inmediato la emergencia humanitaria que se ha generado en Ucrania.
Antes, el gobierno de Rusia aseguró ayer ante la ONU que sus tropas no atacaron la central nuclear de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania, y atribuyó los combates en la instalación a una operación de saboteadores ucranianos para tratar de culpar a Moscú.
“Esto es todo parte de una campaña de mentiras y desinformación sin precedentes contra Rusia”, señaló el embajador ruso ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad para abordar el incidente en Zaporizhia.
Por su parte, el país norteamericano acusó a Rusia de poner en peligro a Europa con su “imprudente” ataque a una central nuclear en Ucrania y exigió a Moscú garantías de que no volverá a darse un episodio similar.
“Por la gracia de Dios, anoche el mundo evitó por poco una catástrofe nuclear”, declaró la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad para discutir el incidente en la planta, la mayor central atómica de Europa.
«El disparo de proyectiles viola el principio fundamental relativo a la integridad física de las instalaciones nucleares, que deben mantenerse seguras en todo momento”.
-Juan Ramón de la Fuente, embajador de México ante la ONU.