O P I N I O N
A 34 días que se lleve a cabo otro de los inútiles gastos por capricho de la actual administración federal, que tiene bajo su responsabilidad el grupo de desprestigiados personajes que integran la irónicamente llamada cuarta transformación, se les nota muy preocupados.
Lo que ha venido quedando en evidencia, ante el equivocado actuar no solamente de su guía espiritual, dirigente y creador, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Sino también de sus corifeos más cercanos y por tanto fieles, como quien está al frente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el inútil Mario Delgado; la famosa por la abundante flora que representa, Olga Sánchez en el Senado y el ahora acusado de extorsión, Julio Sherer, ex consejero jurídico de la Presidencia de la República, entre otros no pocos servidores públicos de primer nivel.
Ya que para todos es conocido, que el desprestigio en que se quería hacer caer al Instituto Nacional Electoral (INE), que inteligentemente han venido manejando sus consejeros, por más que se les apretó con los dineros, no lograron su cometido de ponerlo en ridículo ante el pueblo sabio mexicano y hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), hizo su trabajo lo más imparcialmente posible.
Acción de la SCJN, que dejo entrever que aún le queda algo de independencia en su actuar, lo que es de gran importancia para la Nación en momentos como los actuales. Y que permitió al INE cumplir con el Artículo 50 de la Ley Federal de Revocación de Mandato que dice: “El proceso de revocación de mandato es el instrumento de participación solicitado por la ciudadanía para determinar la conclusión anticipada en el desempeño del cargo de la persona titular de la Presidencia de la República a partir de la pérdida de la confianza”.
Redacción bastante clara y que no deja lugar a dudas como lo intentaron algunos lambiscones del Congreso de la Unión, al momento de redactar la pregunta y respuestas, que se presentaran a los mexicanos el domingo 10 de abril cuando se efectúe la respectiva jornada.
Pero independientemente de que se puede dar por un hecho el ejercicio de democracia directa que es la Revocación de Mandato, con sus limitantes, por la situación económica con que se va a hacer. El cuestionamiento que continúa en el aire y que apareció desde que inició el interés del Ejecutivo Federal, de llevar a cabo este ejercicio democrático, le han surgido varias respuestas.
Respuestas que van, desde aquellas acciones que consistían en cambiar en la pregunta la palabra: ratificación en lugar de revocación. La que con solo leer el citado Artículo 50 no tiene cabida. Hasta las opiniones que permiten el especular con la idea de la reelección. Palabra que desde su campaña viene citando Andrés Manuel, explicando siempre que a él no le interesa, la reelección, porque él, es un demócrata. Lo que hace con tanta frecuencia, que se presta a la duda. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el viernes. noti-sigloxxi@hotmail.com(Fech. Púb. Lun. 7-marzo-22)