Es todo un espectáculo la actitud agresiva del gobierno contra el INE, tal conducta se asemeja a una pugna entre David y Goliat por la enorme desproporción de fuerzas entre ambas instancias. Pasando el tiempo, cuando se haga el balance de estos hechos, la exhumación arqueológica podrá dejar al descubierto las atinadas respuestas de Lorenzo Córdoba y Ciro Murayama-consejero presidente y consejero electoral del INE, respectivamente- a quienes atentan contra la autonomía del órgano electoral nacional, y a tiro por viaje atajan las agresiones con argumentos fundados en la norma. La más reciente es la controversia constitucional contra el INE presentada por el presidente de la Cámara de diputados, Sergio Gutiérrez Luna. El diputado solicita que la Corte Suprema invalide el acuerdo de la Comisión y Quejas del INE para que la Presidencia de la República y Morena retiren propaganda alusiva a la Revocación de Mandato. Y alude que el INE se arroga atribuciones exclusivas del Poder Legislativo. Pronto le llegó la respuesta por parte de Ciro Murayama, quien, después de calificar de “abuso” e “ignorancia” la motivación de dicha solicitud aclaró que el referido acuerdo fue confirmado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, cuyo fallo es “definitivo”, además le recordó que “la SCJN no puede intervenir en controversias en materia electoral (art. 105 CPEUM). Las decisiones del INE se impugnan ante TEPJF”. Sin embargo, esta no es una refriega jurídica sino política y el diputado solo obedece a la estrategia de apoyar al presidente siguiendo instrucciones del operador político del gobierno, de acuerdo al viejo librito priista que, añejo y anacrónico aún sigue dando resultados, por eso la coincidencia en ese respaldo con los gobernadores. Además, Gutiérrez Luna sabe su cuento, pues en algo debe retribuir a la confianza y para cada semana transitar en vuelo rasante por el territorio veracruzano, por aquello de que todo puede suceder.