Cinco lustros se dicen fácil… era un punto verde en un universo aplanador de priístas, pero aún así, destacaba porque la agenda la tenía muy clara. Sí, fue diputado local en esa Legislatura que encabezó el Jefe Nacho, Ignacio González Rebolledo. Y tras 25 años de estar defendiendo los colores de un partido al que dio vida junto con otros “verdecruzanos”, el paisano Alonso Domínguez Ferráez, el pasado 20 de abril, pide al PVEM “darse un tiempo” en aras de perseguir sus proyectos personales.
Sí, en esta relación PVEM-Alonso, pareciera que el de las Aguas Alegres con esa “separación temporal” le dice a la dirigencia nacional: “No eres tú, soy yo”, pero ese momento en la vida política de Domínguez Ferráez puede ser el principio para que otros “verdecruzanos” de otros puntos de la entidad, analicen la posibilidad de que inicien sus propios proyectos personales lejos del PVEM… ¿por qué? Para ello hay que entender las causas de la separación de Alonso en tres puntos:
1.- En el círculo cerrado de Domínguez Ferráez es sabido que el empresario tiene la certeza de que en Veracruz (conste, enfatizo: en Veracruz) el partido perdió la brújula, su ideología, para ser presa del PRI, pues aseguran que en las pasadas elecciones, el Verde postuló a priístas de no muy buenos recuerdos para los veracruzanos en algunas alcaldías del estado, haciendo a un lado a verdaderos ecologistas como Jesús Zenil en Tepetzintla o Julián Organista Barranca, en los Tuxtlas, por citar algunos; es decir: el partido está más preocupado por los votos que por la estructura y la verdadera militancia verde.
2.- Otro punto más que abona a esta separación, es esa incomodidad que sin decirlo, generó desde un principio el arribo al partido de Javier Herrera Borunda. Vamos! El hijo del Rojo mayor de Veracruz “se convirtió” en Verde para sacudirse el estigma del padre y su partido, cosa que entre los “verdederos” “verdecruzanos” y por supuesto, entre los ciudadanos, entre la sociedad, no se ha logrado en perjuicio del PVEM, porque a donde aparece Javier Herrera con el logo del Tucán, lo relacionan con Fidel y su partido de origen.
3.- El punto quizás más importante: Se quiera o no, Javier Herrera, delegado del CEN del PVEM y algunos duartistas cloroficados, abrieron un frente con el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el secretario múltiple Bola 8, en el que los verdes de cepa no tienen vela y mucho menos Alonso Domínguez, quien al contrario del cachorro de Nopaltepec, guarda relación política con buena parte del Gabinete…
En pocas palabras, los intereses de quienes en Veracruz hoy dirigen el Verde, están alejados a la ideología que durante 25 años conoció en el PVEM y siguió Alonso Domínguez Ferráez, por lo que esa “separación personal” es un indicativo de que el orizabeño volverá por sus fueros en cuanto vea que en el Verde de Veracruz hay Madurez Política y cuando sus dirigentes tomen en cuenta a la cantera del Tucán… ojalá sea pronto, porque a la vuelta de la esquina, está el 2024.
Ojo! porque en una de ésas, es posible que Alonso Domínguez Ferráez, con esta separación que anunció el pasado 20 de abril, esté generando un despertar en los “verdecruzanos”, una corriente crítica al interior del PVEM, un ecologismo político serio, y no refugio de priístas… o duartistas… ¡quién sabe! pero este pasado fin de semana, tras el anuncio que hizo Alonso Domínguez Ferráez, las oficinas del empresario radiofónico se vieron más movidas de lo normal por un factor en común: sus simpatizantes y representantes populares de la región fueron a refrendarle su respaldo por la decisión que tomó y para brindarle el apoyo para acompañarlo en lo que se pudiera considerar como el inicio de un movimiento que retome la actividad ambientalista desde la participación ciudadana, dejando de lado nombres y buscar hombres y mujeres que en verdad compartan los ideales del PVEM.
Ahí, en esas oficinas, nació ya un movimiento que se ha de expandir en todo el estado… una ola verde que haga florecer los ideales de don Jorge González Torres, fundador del PVEM y que el actual secretario de organización del partido verde en el país, Javier Herrera Borunda, hijo del exgobernador Fidel Herrera, no profesa.
¡Ojo! No se trata de darle una desconocida a la dirigente estatal Eleaney Sesma, amiga de Javier Herrera y Marcelo Ruiz, sino de fortalecer un movimiento político que con la experiencia y conocimiento de los ex verdes en la región de Orizaba, seguramente, serán protagonistas en la próximas elecciones y es seguro que llamen la atención de otros partidos… quien quita y en una de ésas, de verde se pase a naranja, por decir algo…
Una cosa es clara: el cachorro del Tío Fide jamás pensó que la salida de Domínguez Ferráez sería un golpe que lo exhibe y exhibe de qué está hecho el partido en este momento: De tucán pasó a sandía: Verde por fuera… rojo por dentro.