Deben ser los protocolos a seguir, imagino, por lo que la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de Veracruz solicita a la diputada Anilú Ingram Vallines, a someterse a un examen psicológico…
La razón, han de recordarla, porque la legisladora del PRI puso una queja por Violencia Política de Género contra el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, quien durante su comparecencia, y a manera de respuesta (u ofensa) a la jarocha, refirió que “Veracruz y el país ya están cansados de conocer la historia de diputadas y diputados que (…) son ‘totalmente palacios y antes muertas que sencillas’ porque nunca han estado cerca del pueblo; ¿qué representan esas diputadas?, me pregunto yo”…
El secretario de Salud no es la primera vez que tiene problemas con sus percepciones muy personales del quehacer político… y periodístico.
Es inolvidable su reacción cuando en rueda de prensa, fue cuestionado sobre la compra de medicamentos y entrega de contratos a la empresa Abisalud, vinculada con el delegado federal de Jalisco de Programas de Desarrollo, Carlos Lomelí Bolaños: “¡No les embona ningún chile!”, les dijo a reporteros y reporteras que son las más…
Por cierto, Lomelí renunció a su cargo después de haber sido exhibido el teje y maneje de los negocios que su empresa y familia hicieron con las medicinas.
El asunto es que este jueves, Anilú Ingram ha de estar ante un test por haber señalado a un funcionario del gobierno del Estado por Violencia Política de Género… insisto: deben ser los protocolos que se marcan en estos casos, aunque…
Vamos a ponernos del otro lado…
Entiendo que si la víctima es sometida a un test psicológico, ¿el victimario ha de pasar por las mismas posiciones?
Digo, creo que muchos fuimos testigos del comportamiento fuera de lugar del funcionario quien en lugar de abocarse a responder los cuestionamientos del Poder Legislativo que lo cuestionaba, se puso al tú por tú…
Luego entonces, quienes vimos la escena, el personaje que guarda un comportamiento “rarito” es el secretario de Salud… y los antecedentes lo condenan…
Reitero porque desconozco el procedimiento y quizás un lector dé luz a mis entendederas: ¿También se somete a un examen psicológico al secretario?
Y ya que estamos en estas ligas, no estaría de más que esos personajes que ocupan un cargo de confianza, cedido por el Gobernador en este caso, fueran sometidos a un test… y sí, también nuestros representantes populares… porque quizás se puedan tener los estudios, los conocimientos, pero ningún Doctorado, ninguna Maestría, ninguna Licenciatura te da Educación ni te hace buena persona… no sé, quizás un test nos pudiera decir realmente a quién tenemos como secretario de Salud… pero después de “Ningún chile les embona” y “Son totalmente palacios y antes muertas que sencillas”, es evidente que ser secretario de Salud, no te da Salud Mental para desempeñarte no en un cargo, sino como persona…
A lo mejor lo suyo, lo suyo… sean los timbales y no la función pública.