Opiniones y Comentarios
Julio Ricardo Blanchet Cruz
Seguramente en alguna ocasión les habré platicado a mis tres amables lectores, de Ferécides (Siglo VI – 520) uno de Los Siete Sabios de la Antigua Grecia y maestro de Pitágoras (569 – 475)…
Excepto que nació en Siros, nada se sabe de su vida; y tampoco de su muerte. Pues sobre ella hay versiones que no encajan. Unos dicen que se enfermó y murió; otros que se suicidó. Unos más que se lo comieron los piojos…
Pero sobre su historia hay un capítulo en que se aísla completamente debido a una enfermedad. Y cuando sus alumnos acudían a verlo y le preguntaban cómo seguía, por un orificio sacaba un dedo y les decía que diagnosticaran…
Todos los especialistas, incluyendo a los cubanos -buenos para cobrar, eso sí; y eso que vienen de cuates- no sabrían qué hacer; cuando en un dedo se puede saber si la persona tiene alguna afección cardio-pulmonar, entre otras cosas…
Y lo mejor de todo, es que cobran la consulta para mandar hacer los análisis necesarios que les digan lo que el infeliz paciente padece. Los medicamentos no han alargado la vida del hombre, lo que han alargado son los padecimientos…
El caso es que Ferécides, podría decirse que dio inicio a lo que hoy se conoce como biotipología. Ciencia que lleva al conocimiento de las personas por medio de sus rasgos físicos…
Por ejemplo, todas aquellas personas que casi no tienen labios, casi una raya, son personas generalmente vengativas -aunque digan que no lo son-. Pero aún sin saber nada de esto, por su apariencia se puede determinar la salud de una persona…
La salud trae consigo la lozanía, la belleza; la enfermedad se refleja el rostro, lo afea y lo envejece…
Y lo traigo a colación, porque la renuncia del doctor Roberto Ramos Alor, como secretario de Salud; después de la andanada que le echaron en la Legislatura y su sustitución como encargado del despacho por el doctor Gerardo Díaz Morales, no nos dicen que las cosas vayan a mejorar…
Y máxime si ya por ahí viene otra pandemia de esas horribles y peligrosas que seguirá llevándose a mejor vida a muchos, según dicen los que de epidemias saben. Que curiosamente son los mismos que fabrican las vacunas de repetición…
Pues por aquello de que nadie puede dar lo que no tiene, la apariencia del sustituto, no es precisamente la de un hombre sano, que, por su edad, debe de pertenecer ya a las generaciones egresadas como agentes de laboratorios…
No como aquellos viejos maestros -no porque estos no estén viejos- que curaban con tés y cataplasmas de plantas mágicas, que posteriormente fueron descartadas y hasta satanizadas por los fabricantes de cápsulas y pastillas. Brujería le llamaron…
Pero vale decir que antes de la aparición de las cápsulas, los jarabes y las inyecciones, ya había epidemias; pero estamos en manos de gente sin preparación…
Y solo hay que ver el currículum del nuevo secretario; que no importa si no sabe poner ni curitas -hubo un secretario de educación que decía “ler”- con que sepa de administración será suficiente; sobre todo cuando no hay medicamentos. Pero sin duda que no solo hay que estar sano, hay que parecerlo.
Mientras tanto, los esperamos en Magia 93.7 de FM de 15 a 16:00 hrs.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.