domingo, noviembre 24, 2024

Los motivos de Claudia (por qué escondió el informe causa-raíz)

El gobierno de la Ciudad de México conoció un primer borrador del Informe Causa-Raíz (el informe final y el más importante) por lo menos desde el 18 de octubre de 2021; pero a diferencia de los dos informes anteriores de la empresa consultora DNV éste no se hizo público y de hecho no fue aceptado por la administración de Claudia Sheinbaum que le puso una serie de trabas a la compañía noruego-alemana, que ellos mismos habían contratado y ensalzado públicamente, para aceptarles la tercera entrega de sus investigaciones y peritajes sobre las casusas que provocaron el derrumbe de la Línea 12 del Metro en su tramo elevado.

En enero de este 2022, de acuerdo con una fuente interna del gobierno capitalino, se le pidió a DNV que hiciera “algunos cambios” en el informe, particularmente en la parte que se refiere al título de “Barrera 4 (Fallida): Inspección Regular de las Obras de Ingeniería Civil”, en la que textualmente se cita en el documento publicado ayer íntegramente por el diario El País, de España:

“El manual de mantenimiento de la L12 especifica las inspecciones de rutina (trimestrales, semestrales y anuales, según el año de servicio) e inspecciones posteriores al sismo para los componentes estructurales. Se realizan inspecciones para identificar problemas o áreas de preocupación, para que la intervención y la remediación se realizaran antes de que suceda la falla. DNV no recibió documentación que indicara que se realizaran estas inspecciones de rutina; sin embargo, DNV recibió los reportes de la inspección posteriores al sismo, así como la inspección de ISSA en 2019”.

Luego se cita textual el reporte recibido por la empresa noruego-alemana después del sismo del 19 de septiembre de 2017, en el que se destaca que “evidencia de deformación y pandeo de los atiesadores longitudinales en las vigas”.

Dice también que la inspección de esos componentes debía realizarse al menos cada año según el Manual de Mantenimiento de la L12 sin embargo no hubo evidencia, documentación, datos o de otro tipo de que se haya realizado.

Y ahí viene la parte que más molestó al gobierno de Claudia Sheinbaum:

“La falla en la realización de inspecciones al tramo elevado y cumplir con los requerimientos de inspección del manual de mantenimiento es una causa raíz de la falla.

Luego entonces ¿de qué se trató todo el show mediático y las acusaciones de la Jefa de Gobierno contra una empresa que ella misma contrató y en su momento celebró sus informes como “profesionales, imparciales y totalmente confiables”, pero cuando, en su último informe completaron la lista de causas-raíz de la tragedia con una explicación de cómo la “falla en el mantenimiento y la supervisión” anual, trimestral o semestral de las condiciones y deformaciones del tramo colapsado que eran visibles a simple vista y que nunca atendió su administración en tres años de hacerse cargo del Metro, ¿entonces ya no le gustó el trabajo de DNV y pretendió ocultarlo y descalificarlo?

¡Vaya actuación la de Sheinbaum y su gabinete!, que pretendieron ocultar y manipular una parte de la verdad sobre la tragedia de la Línea 12 para que todo se quedara solo en los vicios y defectos de construcción, pero nadie, ni los “peritos profesionales e independientes”, que ellos mismos contrataron, se atrevieron a decir que la otra causa del derrumbe estaba en la falta de mantenimiento y supervisión del tramo colapsado. Eso se llama mentir, torcer, deformar la verdad para proteger a responsables y asesinos, pero, sobre todo, para proteger una aspiración presidencial, antes que la vida de sus gobernados.

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