jueves, abril 25, 2024

De lo perdido, lo que aparezca es bueno

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A la alianza Va por México le hará bien escrutar detenidamente los resultados electorales de este domingo para sacar las conclusiones correctas sobre los porqués de su estruendosa derrota que no por sabida por adelantado dejan de ser dolorosas. Son muchas las variables a considerar, particularmente las relativas a la estrategia presidencial de demoler retóricamente a la oposición presentándola como “moralmente derrotada” y sentando las premisas fundamentales de la agenda ciudadana; también contrastar con Movimiento Ciudadano la tesis de este partido acerca de la inconveniencia de hacer alianza con el PRI-PRD y PAN, porque, la ciudadanía ya está cansada de ellos. Pero, en sentido contrario, la alianza tripartita podría, a su vez, manejar el argumento de la pírrica votación obtenida por Movimiento Ciudadano. En realidad, el universo de información rescatable de esa derrota podría ayudar a “la oposición” a semblantear el futuro político inmediato para calcular el grado de posibilidad de retener en 2023 la gubernatura del Estado de México, cuya importancia radica, entre otras razones, en el gran recurso electoral de su nómina de electores, simplemente mayor en número que las de todas las entidades que el domingo 5 tuvieron elecciones. No se trata de adivinar el futuro, sí en cambio de calcular probabilidades, porque si el próximo año “la oposición” pierde Coahuila y el Estado de México, para MORENA la elección presidencial de 2024 sería de mero trámite. De ser así, asistiríamos a la reinstalación de la metodología priista pues en materia electoral ser candidato de MORENA equivale en automático a ser alcalde, diputado, senador o presidente de la república. A eso se le llama Restauración, salvo mejor opinión.   

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