La primera vez que hubo una elección competida, y muy competida, para elegir presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Veracruz fue el 17 de octubre de 2015.
La primera dirigente (fundadora) Gloria Sánchez Hernández (2013-2015), prácticamente fue impuesta, según denunciaron en su momento Iván Toral Guevara, Gilberto Maximiliano y Emmanuel Santiago Jiménez, quienes denunciaron que habiendo obtenido solo 38 votos en la elección de delegados distritales cuando quien quedó en primer lugar logró 110 sufragios, de todos modos llegó al cargo (alcalorpolitico.com.mx, 11/03/2013).
Cuando llegó la hora de su relevo, en 2015, la hoy senadora armó un tamal al viejo estilo priista para imponer en la presidencia al entonces secretario de Finanzas del Comité Ejecutivo Nacional, Marco Antonio Medina Pérez, tuxpeño (desde el 30 de noviembre de 2021 es el coordinador de asesores de la Secretaría de Gobierno), pero cuando ya estaba hirviendo la olla de pronto se les apareció y se los cargó el payaso.
Para competir y disputarles el cargo se inscribió Manuel Huerta Ladrón de Guevara, quien en una elección a puerta cerrada y cuando la dirigente saliente y su grupo daban por seguro el triunfo de su candidato, a la hora de contar los votos el hoy delegado federal de Bienestar resultó ganador por un solo voto, 88 contra 87 de Medina Pérez, lo que no creían quienes hasta entonces habían tenido el control.
Entonces hubo recuento y recuento de los votos y el resultado fue el mismo. Un actor directo en ese proceso me narró hace dos años que no se explicaban qué había sucedido si ya tenían el tamal bien armado, pero se tuvieron que rendir ante la evidencia, aceptaron su derrota y el presidente del Segundo Congreso Estatal, Tomás Pliego Calvo, secretario de Organización del CEN, procedió a tomarle la protesta a Manuel, quien estuvo al frente de su partido de 2015 a 2018.
¿Qué pasó entonces?, se siguen preguntando. Algunos delegados hablaron de dos actas “descoloridas”, que dijeron que podían ser falsas o clonadas, pero no pudieron echar abajo la evidencia del triunfo. Revisaron todas las imágenes y videos que habían tomado y grabado con sus teléfonos móviles y lo único que pudieron establecer fue que el voto de diferencia lo emitió el hoy diputado federal Jaime Humberto Pérez Bernabe, allegado a Manuel Huerta, y hubo quienes creyeron ver que a la hora de depositar su papeleta, como un mago en realidad se sacó dos de la manga y ahí estuvo la diferencia. Pero no pudieron probarlo.
Algunos de los perdedores de entonces, hasta la fecha, cuando han evocado el hecho ante el columnista, se quitan el sombrero y se ponen de pie en reconocimiento a la habilidad de Manuel, al colmillo retorcido que tiene, y aunque algunos no lo quieren y lo combaten, no dejan de tenerle respeto. Pesa entre el morenismo, sobre todo entre los que se consideran “auténticos compañeros de lucha”.
Fuerte aspirante a la gubernatura en 2024
Huerta Ladrón de Guevara pasó a la historia de Veracruz cuando en 2018, siendo presidente de su partido, Morena ganó por primera vez la gubernatura del estado. La votación de su partido fue abrumadora y entonces su amigo el presidente Andrés Manuel López Obrador lo premió nombrándolo súper delegado de Bienestar, cargo que ocupa hasta la fecha.
Ha sido tan exitoso su trabajo, facilitado además por los beneficios que conlleva para la población, que hoy está bien y muy posicionado como aspirante a la gubernatura en 2024, aunque no se decide a hacer pública su aspiración, acuerpado además no solo por casi toda la diputación federal veracruzana de Morena, por muchos diputados locales y presidentes municipales no solo de su partido, sino también por un ejército en su mayoría de jóvenes conocidos como “Servidores de la Nación”, que sirven lo mismo para un barrido que para un regado, es decir, que lo mismo están bien adiestrados para desplegar los apoyos y beneficios de los programas sociales de Bienestar que para operar electoralmente, con el añadido de que él tiene el padrón completo de más de 2 millones de beneficiados, que representan igual número de potenciales votos.
Parecía que tendrían día de campo, pero…
Luego de que Manuel Huerta dejó la dirigencia de su partido el 27 de noviembre de 2018, el cargo permanece acéfalo, si bien la Dirección Nacional de Morena habilitó como delegado encargado de la presidencia a Esteban Ramírez Zepeta, quien era Jefe de la Oficina del Gobernador, aunque el cargo se lo disputó por un tiempo el secretario general Gonzalo Vicencio Flores.
Y hasta ahora todo parecía que el grupo en el poder tendría un día de campo el próximo 6 de agosto cuando se renovará la dirigencia y se daba por hecho que Ramírez Zepeta sería elegido formalmente sin ningún problema, ¡pero ya se asomó el payaso de nuevo dispuesto a disputarle el cargo!
La corriente manuelista va por quitar a Zepeta
El lunes, sorpresivamente, en Papantla, el diputado federal Humberto Pérez Bernabe, totalmente identificado con el delegado Manuel Huerta, al comentar en una declaración detalles de la convocatoria para renovar parte del Comité Ejecutivo Nacional, el Comité Ejecutivo Estatal y los Consejos Estatales y Distritales, dijo que conforme a la convocatoria Mario Delgado y Citlalli Hernández son los únicos que permanecerán en la presidencia y en la secretaría general, respectivamente, que el resto del comité nacional será removido “mientras que en Veracruz sí se cambiará todo el comité, de manera completa”.
Ayer volvió a la carga. En una entrevista para XEU Noticias, del puerto de Veracruz, dijo que “es importante refrescar, cambiar, ir por una nueva dirigencia estatal”.
“Creo que quien ya tuvo la responsabilidad, lo hizo de cumplir algunos objetivos; los últimos de la elección extraordinaria, hay que decirlo claramente, no se cumplieron como se tenía pensado y yo creo que estamos en el mejor momento de hacer un análisis, una autocrítica, y creo, estoy seguro, que iremos por una dirigencia que le dé una frescura, una fuerza a lo que requiere Morena en Veracruz” (en la pasada elección extraordinaria de cuatro alcaldías en disputa Morena perdió tres y ganó solo una).
Esperan que Cuitláhuac no meta las manos en el proceso
Dijo además que confía y que conoce “el espíritu democrático del gobernador… y creemos y confiamos que él, fiel al gran compromiso, él ha sido un militante activo y participativo desde la fundación de Morena, conoce el espíritu de este movimiento y sé que respetará ampliamente el proceso y la vida interna del partido, confiamos en ello, y obviamente también pedimos que no nada más él, porque hay una gran confianza en él, que sí no tiene que cuidar a nadie pero sí estar pendiente de que nadie ocupe ni recursos públicos ni estructura corporativa”.
Pérez Bernabe no se descartó cuando le preguntaron si él se apunta para ser el nuevo dirigente, pero es indudable que ya le puso el cascabel al gato y a partir de ya se ha iniciado una guerra, que será cruenta, por la disputa para quedarse con la dirigencia de su partido.
Y le arriman el caballo a Manuel Huerta
En forma coincidente, el lunes le revivieron a Manuel, en la conferencia mañanera del presidente López Obrador, una “supuesta denuncia de acoso sexual” presentada “por una mujer que supuestamente tiene la identidad resguardada 254”, dijo un reportero.
AMLO respondió “que se atienda” aunque recordó que “esto no es nuevo, ya lleva como tres años” y que Huerta ha dicho que es un asunto político, pero “que no haya impunidad para nadie”. Pidió al gobernador Cuitláhuac García Jiménez que lo ayude en el caso.
En Xalapa, momentos después, el gobernador dijo en conferencia de prensa que sí se está actuando, que hay carpetas abiertas y que el mismo Manuel Huerta ha pedido que se indague, que “no se opone a la investigación”. El aludido salió a negar la acusación y la calificó de “infundio”.
El hecho se tomó como fuego amigo para tratar de desacreditarlo, restarle fuerza política y hacerlo a un lado en el cambio de dirigencia de su partido.
Involucrados en el proceso me dicen que lo único cierto es que ya se desató una guerra y que a mediados de julio los manuelistas se harán sentir.
Pronta recuperación al alcalde Ahued
El alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued, informó en sus redes sociales que dio positivo a Covid-19. Dijo que presenta pocos síntomas, que no tiene complicaciones pero que se aislará algunos días hasta que dé negativo, aunque no dejará de estar pendiente de las actividades del ayuntamiento. Se le desea pronta recuperación. Es un presidente municipal muy trabajador, como pocos.