viernes, abril 19, 2024

«Las canas denuncian la vejez, pero nunca hablan de cuánta juventud las precedió»

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Ahora que Porfirio Muñoz Ledo y Francisco Labastida hicieron declaraciones sugiriendo vínculos del gobierno con la delincuencia organizada la reacción de López Obrador aludió a “la edad” de los denunciantes; igual hizo “Alito”, el presidente del PRI respecto a la colaboración priista- según Labastida- para hacer ganar en 2018 al actual presidente. Es decir, como los interfectos son gente de edad ya avanzada, en un nada lúcido intento por demeritar la esencia de sus planteamientos, sus dichos deben ser asumidos según esa condición,  La excusa no se oye bien viniendo de Alejandro Moreno, “Alito”, mucho menos de López Obrador, quien ya no canta mal las rancheras en eso de la avanzada edad, aunque en principio la “edad avanzada” no es ni debe ser considerado como sinónimo de torpeza mental, no necesariamente, por mucho que el deterioro provocado por los años haya impactado en la salud de cada individuo. Pero, en realidad, el argumento esgrimido es solo soberbia excusa, porque en los hechos no se contrastan fehacientemente las expresiones ni de Muñoz Ledo ni de Labastida, pues en el caso del PRI apoyando a AMLO en 2018 hubieron constancias de haber sucedido, y lo sugiere subrayadamente la calidad de intocable de que goza Peña Nieto. Y de lo dicho por Muñoz Ledo, sin concederle veracidad, esa sospecha priva en el subconsciente colectivo alimentada por un rumor sotto voce, en lo cual nada tienen que ver los motivos de “la edad”. Bien lo señala José Ingenieros en “El hombre mediocre”: “Las canas denuncian la vejez, pero nunca hablan de cuánta juventud las precedió”, no más, tampoco menos.

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